Crédito: Peter Hermes Furian | Shutterstock.com

¿Qué sabes del día en que Quetzalcóatl sustituyó a Santa Claus?

México
by Xiu 14 Dec 2017

Corría el año de 1930 y hacía pocos años que había llegado a su fin la guerra de revolución en México. El nacionalismo se encontraba a tope y al gobierno de aquel entonces se le ocurrió que debíamos olvidar a Santa Claus y sustituirlo por Quetzalcóatl que, de más está decirlo, nada tiene que ver con la Navidad.

La revolución mexicana había planteado iniciar un país que contara con una identidad propia y que pudiera establecer sus celebraciones sin emular lo que hacen otros países, así que consideraron fuera de lugar algunos elementos navideños.

Mediante instrucción presidencial, se invitó a la población a que celebrara la navidad pero con el nuevo elemento: Quetzalcóatl.

La estrategia era hacer de la figura de la serpiente emplumada algo icónico de las fiestas decembrinas, como primer paso para forjar una identidad mexicana más arraigada a nuestro pasado indígena.

Seguramente en este punto ya te sacamos una sonrisa y te parecerá una locura, pero lo cierto es que era un ideal tan descabellado, si tomamos en cuenta el contexto. México aún no concretaba su identidad frente al mundo, había pasado 300 años bajo el dominio español y, después de consumada la independencia, se había buscado instaurar en México una monarquía al estilo europeo, así que no había una verdadera identidad frente al mundo.

Además, los pueblos prehispánicos no celebraban la Navidad, pero sí celebraban el solsticio de invierno, que marcaba el inicio de un nuevo ciclo. Los mexica celebraban para esta época del año el nacimiento y la victoria de Huitzilopochtli sobre la Coyolxauhqui, su hermana, es decir, el nacimiento y la victoria del sol sobre la luna.

Fue así como Quetzalcóatl fue el primer elemento prehispánico que encabezó el plan para transformar la Navidad, siendo el comisionado para sustituir a Santa Claus y repartir juguetes a los niños.

¿De quién fue la idea?

El iniciador de este plan fue el presidente Pascual Ortiz Rubio, quien giró instrucciones a través de la Secretaría de Educación Pública (S.E.P.) para que las escuelas difundieran esta nueva imagen, anunciando también un magno evento planeado para el día 23 de diciembre en el Estadio Nacional, en el que Quetzalcóatl en persona repartiría juguetes a los niños.

Aunque en aquel tiempo no había Facebook ni Twitter, las burlas no se hicieron esperar y la comunidad religiosa se escandalizó al saber que un personaje prehispánico iba a tomar relevancia en la época que se le había asignado al nacimiento de su mesías Jesucristo. Sin embargo, al presidente poco o nada le importaron las burlas y el evento se llevó a cabo. Quetzalcóatl ocupó las casas de muchas personas y la publicidad anunciaba que, además de venir de parte de los Reyes Magos y de Santa Claus, los regalos también podían ser traídos por la serpiente emplumada.

 

A aquel evento acudieron 15 mil personas y, tal como se había anunciado, Quetzalcóatl repartió ropa y juguetes. También cantó el himno nacional, se presentaron bailes y se disfrutó del evento como había sido planeado.

El experimento solo ocurrió ese año, por la presión de las autoridades eclesiásticas y la arenga que los sacerdotes levantaron con sus feligreses sobre dicho suceso.

En 1931, Coca-Cola comenzó a utilizar la imagen del Santa Claus gordo usando los colores rojo y blanco, y de ahí en adelante el mundo lo adoptó como el oficial.

México, por su parte, solo pudo integrar las posadas y las piñatas a la navidad como símbolo de su identidad. Y Quetzalcóatl ya no trajo regalos…

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