El mole es uno de los platillos más exóticos e interesantes no solo de México, sino del mundo. Una combinación exquisita de sabores picantes y dulces, con notas anisadas y un punto especiado. Las antiguas crónicas nos cuentan que los aztecas ya mezclaban los diferentes chiles con jitomate, cacao y especias y lo llamaban “mulli”, que significa potaje o mezcla. Sin embargo, el mole como lo conocemos hoy surge después de la llegada de los españoles a nuestro continente, ya que a esos primero potajes de los mexicas se les sumaron los ingredientes venidos de Europa.
En Oaxaca tenemos siete variedades de este manjar. Si estás planeando un viaje a nuestra ciudad, te recomiendo pasar por restaurante Coronita, del Hotel Valle de Oaxaca, donde podrás degustar todos estos moles a muy buen precio. O, aún mejor, puedes visitarnos en julio para asistir al Festival de los Moles, en el marco de la Guelaguetza. ¡Aquí te presento a nuestros siete moles!
A propósito, ¿ya bailaste la Cumbia del mole, de nuestra gran Lila Downs?