Fueron llamados “los monstruos de Acámbaro” o “las figuras de Acámbaro” y, en su momento, desataron una gran debate: ¿convivió el hombre prehispánico con los dinosaurios?
Corría el año de 1945 cuando el arqueólogo Waldemar Julsrud, que se encontraba estudiando la cultura de Chupícuaro, sorprendió al mundo con el descubrimiento de miles de piezas arqueológicas en la región, muchas de ellas con aspecto de dinosaurios. El hallazgo se produjo en Acámbaro, Guanajuato, e imagínate el revuelo que causó, pues se tenía por cierto que los dinosaurios habían desaparecido hacía 66 millones de años.