La gran capital del mundo prehispánico a la llegada de los españoles se encontraba dividida para una mejor coordinación del poder. Así, Tlatelolco era el corazón del comercio; Tenochtitlan de la guerra y Texcoco, de las artes.
Tlatelolco fue fundada trece años después de Tenochtitlan y, aunque más adelante se convertirían en ciudades gemelas, por un tiempo sus funciones fueron bien distintas: Tenochtitlan era el poder militar que conquistaría gran parte de Mesoamérica, y Tlatelolco era la ciudad más importante del área.