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El tequio, el trabajo comunitario que fortalece los lazos de los pueblos

by Xiu 24 Apr 2020

¿Alguna vez has escuchado del tequio? Bien, si la respuesta es “no” el tequio se trata de una forma de trabajo comunitario que proviene de la época prehispánica y consiste en que una comunidad trabaje en proyectos que son para el beneficio de todos.

Fray Alonso de Molina en “Aquí comienza un vocabulario en lengua castellana y mexicana” hace la diferencia entre dos acepciones del tequio:

  • Tequitl: Tributo
  • Tequitiliztli: Trabajo
  • Por su parte, Ángel María Garibay en su “Llave del náhuatl” nos cuenta que tequio proviene del verbo tequi o tequiotl, que se traduce como “tomar fatiga” lo que a su vez significa trabajar.

    Sin embargo, ésta forma de trabajo no sólo es conocida por los nahuas, pues otros pueblos nativos de México también han hecho uso de este concepto cambiando solo el nombre dependiendo del idioma de la región.

    Por ejemplo en idioma zapoteco recibe el nombre de fajina o guelaguetza, y en el idioma rarámuri es llamado córima, pero al ser el náhuatl el idioma generalizado durante la época colonial, el término más común en muchas regiones es el de tequio.

    Teresa Rojas Rabiela en su obra “El sistema de organización en cuadrillas” nos habla de que este trabajo comunitario existente antes de la llegada de los españoles al actual territorio mexicano, fue aprovechado como tributo por los españoles durante su invasión, volviéndose un tributo obligatorio que los nativos tenían que pagar a los nobles, a los encomenderos y al rey de España.

    Para el año 1605, el virrey Juan de Mendoza y Luna emitió las ordenanzas referentes al tequio, estableciendo así la regulación de éste y hasta la fecha ha perdurado.

    En el libro “Los pueblos indígenas de México: 100 preguntas” Carlos Zolla nos cuenta que para el caso de los pueblos triquis, el tequio no es obligatorio sino voluntario y no hay más remuneración que la fama pública, lo cual es un incentivo para aquellos que pretenden algún cargo importante dentro de la comunidad.

    De igual forma Zolla nos habla de las comunidades mixes y como han logrado generar la infraestructura necesaria para obtener servicios básicos como agua potable, electricidad y caminos. Respecto de los mixes Gabriela Kraemer Bayer en “Autonomía indígena región mixe: relaciones de poder y cultura política” señala que la duración de las jornadas del tequio varía de un municipio a otro y que a pesar de la insistencia del gobierno para enviar trabajadores a cumplir con las obras, los mixes han rechazado la propuesta, pues para ellos el tequio implica la convivencia de los miembros de la comunidad y el esfuerzo por la misma.

    En Oaxaca por ejemplo, desde el año 1998 se lleva a cabo la Guendaliza`a que es un vocablo zapoteco que se traduce como “hermandad”. Se trata de una danza con duración de dos días con representantes de 14 pueblos provenientes de Oaxaca, Sonora, Guatemala y El Salvador.

    En dicha danza con duración de 5 horas por día, cientos de danzantes representan algunos mitos sobre la formación de sus respectivos pueblos y lo maravilloso es que ninguno es danzante profesional sino personas de aquellas comunidades que pagan su tequio de ésta forma.

    Sin embargo, la danza no es una escapatoria para el trabajo físico pues la gente continúa colaborando para mejorar cada día su comunidad, como es el caso específico del estado de Oaxaca donde es más fácil ver este tipo de trabajo como un aspecto de la vida diaria.

    Un gran ejemplo es el del pueblo Asunción Ixaltepec donde a raíz de los temblores ocurridos durante septiembre de 2017 la población organizó el tequio para restaurar su poblado, lo cual incluía maquinaria pesada, cocinas comunitarias y trabajo físico.

    Lo mismo sucedió en Juchitán de Zaragoza durante los mismos eventos.

    Algunas de las reglas sobre el tequio en Oaxaca son:

  • Los mayores de 18 años están obligados a cumplir con el tequio, hombres y mujeres cada cual respecto de sus capacidades.
  • Los mayores de 64 años están exentos del tequio.
  • Cualquier habitante de la comunidad se encuentra obligado a cumplir con el tequio.
  • Quiénes se ausenten a una jornada de tequio deben reponerla lo más pronto posible durante el número de días que faltaron.
  • Tal es la importancia del tequio que la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, en el cuarto párrafo de su artículo 12, establece la preservación del tequio como uso indígena:

    «Las autoridades de los municipios y comunidades preservarán el tequio como expresión de solidaridad según los usos de cada pueblo y comunidad indígenas. Los tequios encaminados a la realización de obras de beneficio común, derivados de los acuerdos de las asambleas, de las autoridades municipales y de las comunitarias de cada pueblo y comunidad indígena, podrán ser considerados por la ley como pago de contribuciones municipales; la ley determinará las autoridades y procedimientos tendientes a resolver las controversias que se susciten con motivo de la prestación del tequio.»

    ¿Qué te parece? una forma bastante interesante de ayudar al mantenimiento de una población que además fortalece los lazos entre los miembros de la misma, ¿no suena nada mal verdad? Tal vez deberíamos aprender un poco más de ésta forma de trabajo y así nuestras calles, escuelas y caminos se encontrarían en mejor estado de lo que se puede ver en muchas partes de México.