1. Creernos súper héroes y reservar vuelos con cuatro escalas… por ahorrarnos veinte euros.
Y es que no hay nada con menos sentido que ponerle precio a tu tiempo y más en un viaje. Aunque eso deberían recordárnoslo justo cuando estamos metiendo el número de nuestra tarjeta de crédito para comprar ese vuelo maldito…
2. Llegar a un país y no conocer su moneda ni su cambio.
Si total al final qué más da un euro más o menos…Lo que tenías que ahorrar para este viaje ya lo ahorraste en el vuelo con cuatro escalas, ¿no?