Cuando decides viajar sola, debes prepararte para escuchar todo tipo de comentarios, opiniones —que muchas veces no has pedido— y preguntas de tu entorno más cercano. Que si no tienes miedo, que por qué no vas en un grupo organizado, que si tal destino es peligroso…
Normalmente, y esto lo aprendí con el tiempo, esos temores son de quien te los dice. Se proyectan en ti, no es nada personal. Baja el ego. Pero bien es cierto que muchas de estas proyecciones pueden calarte un poco y disminuir tu “empuje”. Para que no se apague el fuego, te dejo unas capsulitas de sabiduría feminista que te servirán de gasolina para no venirte abajo en tus viajes en solitario.