[Este artículo se limita a dar información sobre cómo la autora experimentó con hongos psilocibios (“hongos alucinógenos”) por primera vez. Por favor, usa tu juicio para decidir cómo la usas. Ten en cuenta que la tenencia de hongos alucinógenos es ilegal en muchos países]
Una rodaja de naranja estaba sobre la mesada de la cocina, escondida detrás de la luz. Mi cabeza latía sin piedad. Los hongos comenzaban a hacerme efecto.