7 jóvenes ilustradores venezolanos que no te dejarán despegarte de Instagram

Venezuela
by Victoria [V._] 28 Mar 2016

“Si te da miedo escribir, dibujá”. Esta fue la solución práctica que me ofreció la que fuera mi novia hace un par de años ante mi incapacidad de plasmar mis emociones. La teoría es simple y me parece válida: la literatura pasa – en general – por el impacto intelectual; un dibujo, sin embargo, sólo tiene que hacer una cosa: conmover.

Un dibujo – tanto como una foto o una pintura, por ejemplo – tiene el reto redondo y contundente de provocar una reacción clara e inmediata: la risa, la tristeza, la remembranza. Sumado a esto, está la maravillosa y peligrosa rapidez que se acrecienta en el scroll down de una red social.

Acá, una lista de 7 ilustradores venezolanos que me hacen asentir con la cabeza y sonreírle, sin pudores, a la pantalla de un celular. El orden es puro accidente de mi memoria. Los invito también a dejar comentarios al final, con sus ilustradores venezolanos favoritos.

 

@caffetina

Su nombre es Valentina Mora y arrastra a más de 8.000 seguidores con su arte en Instagram y Facebook. Ella es de una belleza de ojos tristes, como ciertas cosas que publica. Según entiendo – y me gusta creer, porque me pasa lo mismo – tiene cierta fascinación por las manos y, dentro de sus pequeñas imágenes, logra sintetizar la complejidad de conceptos tan pastosos y profundos como el amor, la libertad, el sexo y ciertos dolores finos. Cruzármela en la red suele ser un golpecito simple e inmediato en medio del acto, ya mecánico y generacional, de revisar, revisar, revisar y ver sin mirar.

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@caridibuja

Se llama igual que una nena que solía estudiar conmigo cuando tenía 4 o 5 años. Pensé que era ella hasta que recordé que la otra (la de mi infancia) se escribía con K. Hubiese sido una gran sincronía dado que nacimos en el mismo lugar (Venezuela), pusimos nuestras casas en Buenos Aires y – sobre todo – porque su bio de Instagram dice que el día que no dibuja, no existe. Yo, desde hace un tiempo, tampoco.

Caribay Marquina recrea personajes – a veces conocidos, a veces coincidentes y a veces distintivos de ciertas ocasiones – en clave de caricatura. Cari es, entonces, una especie de desenfadada retratista y emisaria de buenas reflexiones. Su resumen anual ilustrado es increíble y, además, trabaja para Muaa!, una importante marca de indumentaria femenina en Argentina. Pueden tenerla en su muro si le dan un “me gusta” aquí.

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@arzola_d

Daniel había empezado a dibujar “No soy tu chiste” cuando le escribí, en el año 2013. Había una camiseta en la que figuraban dos chicos besándose y decía “Lo que llamas normalidad, es realmente repetición”. Le pregunté si había una versión de dos chicas para mi mujer y me respondió “vamos a complacerla”. Para ese entonces, Daniel no había salido nunca de Venezuela (eso me lo dijo en otro correo). Tres años más tarde, vive en Chile y se ha convertido en una de las figuras más relevantes del activismo LGBTQI con sus dibujos. De mi parte, quedan totalmente recomendadas todas sus redes sociales, su blog y su tienda en Society6. Pueden encontrarlo en Facebook haciendo clic aquí.

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@najimel

Melany Pérez es su nombre de pila. Sus dibujos son hermosos híbridos entre amazonas salvajes y muchachas lindas de barrio caraqueño. Najimel -como se llama en la web– toma elementos puros de la belleza indígena venezolana y las plasma sobre personajes, de trazos sencillos y colores vivos, que lucen y parecen transcurrir en un espacio más contemporáneo que sus referencias: esa es la magia con ella. Eso y que – si husmeas bien entre sus fotos – te muestra la maravilla que transforma el boceto a lápiz en un dibujo digital, en un mural o en lo tangible de un objeto sobre las manos de otro.

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@sara_fratini

Sara es, sin duda, de las más reconocidas de esta lista. A mí – de todo lo dicho sobre ella – lo que más me gusta es esa anécdota que revela que a los 3 años intentó dibujar con los pies.
Sara tiene en su haber dos libros publicados (“La Buena Vida” y “Una Tal Martina” , ambos con Lumen) y más de 38.000 seguidores. Hace comics, fanzines y murales… Todo –absolutamente todo– con la materia prima más accesible y en la que, paradójicamente, casi nadie encuentra belleza: la cotidianidad.
Pueden tenerla en su muro de Facebook haciendo clic aquí.

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@borneomodofoker

Borneo se llama Maikol de Sousa y, para verlo, hay que andar por la calle. Más precisamente, hay que mirar las paredes: las paredes de Buenos Aires. Esos son los lienzos donde aparecen los personajes, los colores y las figuras de este venezolano que –desde hace rato– se las arregla para recordarme mi ciudad con sus CCS (abreviatura de Caracas) colados entre trazo y trazo. Maikol ha trabajado con importantes marcas, ha expuesto en reconocidas galerías, ha vendido innumerables objetos con su arte y ha pintado sobre los cuerpos desnudos de hermosísimas mujeres. Las calles de Borneo, claramente, llegan a cualquier parte.
Para verlo en el muro digital, pueden hacer clic acá.

 

@condobleefe

Con jota y con doble efe: Jefferson. Jefferson Quintana. “Diseñador gráfico, ilustrador y piñatero” es como se describe a sí mismo. Es -y lo digo con todo el orgullo- uno de mis más grandes amigos, lo cual me permite certificar su declaración: él hace todo eso que dice hacer y, además, lo hace increíblemente bien. Jeff tiene la capacidad de tomar casi cualquier cosa que se le ocurra y expulsarla transformada en una mezcla de magia y ternura que hizo su metamorfosis en dibujo, en collage, en indumentaria, en souvenir y hasta en piñatas. Acaba de editar su primer libro como autor, “Serenísima sur”, pero ha colaborado con un sinfín de publicaciones, autores, campañas y espectáculos teatrales que lo convierten en uno de los artistas jóvenes más prolíficos de la Caracas de hoy.

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Crédito imagen de portada: @caridibuja