La Ciudad de México está repleta de leyendas y un ejemplo claro de esto es la fundación de Tenochtitlán, el 18 de julio de 1325, según códice de Mendoza.
Los habitantes de un lugar llamado Aztlán, luego conocidos como los mexicas, fueron ordenados por su dios guía, Huitzilopochtli, para que abandonaran esas tierras y comenzaran a peregrinar hasta encontrar la señal que él les había prometido: un águila posada sobre un nopal. Esa imagen sería el indicador de que habían llegado al sitio en donde debían fundar una nueva ciudad y un imperio como ninguno conocido hasta el momento.