1. Salir un churro
Empecemos la lista con una defensa convencida de los churros: recién salidos de la sartén, descansando sobre una servilleta que se llevará un poquito de la grasa del aceite, antes de ser sumergidos en un espeso chocolate caliente, son perfectos. Empecemos a usar esta expresión al revés. ¿En qué momento decidimos que que nos salga algo un churro es malo? Los churros nunca lo son.