Un español enamorado, no sólo de una mujer, sino del amor de esa mujer por su ciudad. Y la tremenda fama de nostálgicos que tenemos los porteños, que también le atacó a este mismo español en el momento en el que pisó la ciudad por primera vez.
Una canción de amor cosmopolita con una de las mejores descripciones de nuestro extraño Río De La Plata, que pareciera ser de “agua de río mezclada con mar”, y que es tan ancho que no nos deja ver la otra orilla.
Para quienes crecieron en los 80/90 y emigraron, esta es, sin duda, la canción oficial para extrañar Buenos Aires. “Nadie sabe de mí y yo soy parte de todos”, pero ella sí me conoce.
La descripción sin palabras más hermosa de Buenos Aires, hecha por un marplatense criado en el Greenwich Village y educado musicalmente en París.
Buenos Aires vista con ojos new wave. Un tango ochentoso, amanecido en una ciudad en la que un ciudadano del mundo no siempre se halla completamente.
Una descripción de la ciudad y de una época peligrosa y gloriosa a la vez. Por un lado, con la aparición de las nuevas vanguardias artísticas e ideológicas, y por el otro, con el intento de mantener a toda costa las tradiciones, “la moral y las buenas costumbres” por parte del establishment y los gobiernos de turno.
La ciudad vista con ojos enamorados de chicos de la calle. Como dice un legendario vendedor ambulante de los trenes porteños, “sólo el amor salvará al mundo”.
Buenos Aires es, también, como una chica conflictiva. Sus habitantes nos miramos en su espejo y le (devol)vemos sus buenas y sus malas vibras. Pero, por sobre todas las cosas, la queremos y la extrañamos cuando no estamos.
Buenos Aires es una ciudad tan llena de personajes como de estilos arquitectónicos, enredos de tránsito y baches. “Cuidado con esa gente”… y con todo lo demás, también.
Horacio Ferrer, como Alejandro Sanz, hablan de ese “qué se yo” que tiene esta ciudad, de una mezcla de amor y tristeza, de algo que duele pero duele lindo. Buenos Aires es, sin duda, una ciudad difícil de entender.
La calle que parte a Buenos Aires en dos mitades, y para muchos, la avenida más larga del mundo (con 35 kilómetros). Un símbolo de la ciudad hecho canción, en un género tan ajeno a nosotros como el blues. ¡Y cantado en castellano!. Un crisol de estilos porteñísimo.
[Imagen de portada: gustavm]