Imaginar cómo era la vida en el México prehispánico trae a la mente imágenes de imponentes ciudades mesoamericanas atravesadas por grandes calzadas, salpicadas de jardines, templos y pirámides monumentales que alguna vez fueron el núcleo de grandes imperios.
Por suerte, ni el tiempo ni la conquista borraron del todo la huella de las urbes prehispánicas y aún podemos admirar ejemplos soberbios del conocimiento arquitectónico de nuestros antepasados. Para muestra, este recorrido por las pirámides más grandes de México y un poco de su historia.