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Las 7 carreteras más impresionantes de México

México
by Rulo Luna Ramos 8 Aug 2018

1. La Rumorosa (2D)

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Esta carretera atraviesa la Sierra de Juárez y conecta las ciudades de Tecate y Mexicali. La Rumorosa es considerada una de las carreteras más peligrosas de México, aunque esta fama es más representativa de los tiempos en los que el camino era de un solo sentido. El paisaje es totalmente extraterrestre, millones de piedras de todos los tamaños se congregan para formar las montañas por las que serpentea la carretera. Este pedrerío solamente se ve interrumpido por turbinas eólicas, por la valla que divide México de Estados Unidos y por la misma carretera.

La remodelación de La Rumorosa la ha vuelto mucho más fácil de transitar, pero sigue sin ser un camino fácil. Si deseas recorrerla, ten muy en cuenta toda la información que se da en los señalamientos y no olvides detenerte en cada uno de sus miradores.

 

2. Puebla – Oaxaca (135D)

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Esta carretera atraviesa por uno de los paisajes más singulares de todo México, la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán. A cada lado del camino se levanta un bosque de cactáceas columnares que parecería continuar eternamente entre los múltiples valles y montañas de la zona. En julio de 2018, la UNESCO incluyó a Tehuacán-Cuicatlán dentro de su lista de patrimonios de la humanidad con valor natural y cultural irremplazable.

 

3. Querétaro – Jalpan de Serra (120)

La Sierra Gorda de Querétaro ofrece vistas espectaculares con su paisaje semidesértico abriéndose camino por entre una infinidad de montañas. La carretera atraviesa muchos cerros, generando escenarios únicos como en el caso de la famosa Puerta del Cielo. Este es uno de los puntos más altos de la sierra —hay quienes dicen que desde aquí se puede ver el mar— y cuando las condiciones climáticas son favorables, parece dar paso a un tapete de nubes. La Sierra Gorda de Querétaro está llena de atractivos culturales y naturales, como las misiones históricas y el sótano de barro, que es la sima más profunda de México y el hogar de la población más importante de guacamayas verdes del país.

Una parada obligada en esta carretera es el Mirador 4 Palos. Tendrás que subir una pequeña cuesta desde el estacionamiento, pero serás recompensado con la vista más impresionante de toda la Sierra Gorda.

 

4. El Espinazo del Diablo (40D)

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El nombre no engaña. La carretera que una a Durango con Mazatlán es una de las más bonitas, pero históricamente también ha sido de las más peligrosas del país. Actualmente, el riesgo de transitar por la zona más escarpada de la Sierra Madre Occidental ha disminuido gracias a la presencia del Puente Baluarte. La gigantesca estructura que se eleva a más de 400 metros sobre el suelo es el puente de tirantes más alto del mundo y desde 2013 ofrece una de las vistas más impresionantes de todo México.

 

5. Tijuana – Ensenada (1D)

Aquí descubrirás una nueva cara del Pacífico Mexicano, mucho más parecida a los paisajes llenos de riscos de las costas de Irlanda que a las tranquilas bahías de Guerrero o Oaxaca. La mayor parte del camino irás viendo el mar y algunas señales de la inmensa actividad pesquera de la región. Vale mucho la pena detenerse en alguno de los miradores desde los que se pueden observar las bahías en todo su esplendor. Este recorrido es parte de la carretera transpeninsular, que es una maravilla en toda su extensión.

 

6. Tuxtla Gutiérrez – Coatzacoalcos (145D)

Este camino atraviesa por una de las zonas tropicales mejor conservadas del país, la exuberante Reserva de la Biosfera Selva El Ocote. El punto más impresionante de esta carretera es el Puente Chiapas, una estructura de casi dos kilómetros de longitud que atraviesa la presa Nezahualcóyotl, en el cauce del Río Grijalva.

Si tienes tiempo para detenerte en tu paso por El Ocote, dos de los atractivos más impresionantes del lugar son La Sima de las Cotorras y el cañón del río La Venta.

 

7. Guadalajara – Tequila (25D)

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En los alrededores de Tequila encontrarás uno de los paisajes más emblemáticos de Jalisco y de todo México. Los valles de la región están tapizados con las plantaciones de agave azul que las casas tequileras ocupan para la elaboración de sus productos en un proceso que se ha ido refinando desde el siglo XVI. Aunque no es un paisaje totalmente natural, si es un deleite visual y una vista que no encontrarás en ningún otro lugar del mundo.

El paisaje agavero y las antiguas instalaciones industriales de Tequila son Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO desde 2006.