1. Las esperas interminables.
No hay ninguna palabra mejor que viaje para que todos tus amigos te envidien. Da igual que les digas que pasarás las próximas 49 horas cogiendo 3 vuelos y haciendo 4 escalas…
2. No todas las camas son como las de tu querida habitación.
Después de una dura jornada de tren, autobús, caminata y después visita de la ciudad, no hay nada que pueda hacerte más feliz que una cama blandita. No te hagas ilusiones, no todas las camas lo son y, probablemente, la de esta noche tampoco lo sea.