Los extranjeros valoran mucho a Colombia y les causamos un inesperado efecto “wow”.
No deja de ponerme la piel de gallina escuchar a los extranjeros hablar de nuestros paisajes colombianos hermosos, de la impresionante diversidad cultural y gastronómica, de las lindas mujeres y de esa ‘vibra’ especial.
Lo mejor… es el inesperado ‘Efecto Wow’ que he escuchado en mis viajes a lugares lejos de Latinoamérica.
– ¿De dónde eres?, preguntan.
– Colombiana.
– ¿En serio? ¡wow!, responden con cara de asombro, y nos sentimos como una especie exótica o en vías de extinción, al mismo tiempo que muy orgullosos.
Aún recuerdo esa misma pregunta en un restaurante en Nueva Zelanda. Un mesero con acento británico demostró tanto entusiasmo al escuchar que éramos de Colombia que por un momento pensé que nos iba a abrazar de emoción. Su expresión en el rostro cambió, al igual que el idioma en que nos hablaba. En su español con acento, mientras nos atendía, nos contó todo sobre los tres maravillosos meses que vivió en Antioquía.