2. Y amarás también el espeto por encima de todas las cosas. Lo tomarás en los meses sin erre y, a ser posible, por dos euros en El Palo. Son sardinas empaladas con una caña de río, pero al espeto, mucho respeto.
Una foto publicada por Spain Food Sherpas (@spainfoodsherpas) el
3. Opinarás sobre cualquier tema como el mayor de los expertos. Sobre el Metro, la Semana Santa, las terrazas del centro, las causas del terremoto, el caso Malaya, la huelga de Limasa o los goles del Borussia de Dortmund. Y en todo llevarás razón.
Una foto publicada por Norrbom (@norrbom.media) el
4. No pronunciarás el nombre de Picasso en vano. Apenas pasó por aquí, pero tenía sangre malagueña y eso es lo que importa. Si a partir de ahí hemos montado un circo sobre su figura… ¿algún problema?
Una foto publicada por Yana 👑Loca👑 Dryn (@yanadryn) el
5. No dirás falso testimonio ni mentirás sobre el clima: en Málaga hace siempre sol. Y para demostrarlo no pararás de subir fotos a Instagram, Facebook, Twitter o donde haga falta. ¡A dar envidia se ha dicho!
Una foto publicada por Monica Jensvold (@miamonicaj) el
6. Santificarás todas las fiestas, que en Málaga son unas cuantas. La Feria de Málaga es sólo la punta de un iceberg: aquí cada barrio tiene su propia feria. Y si te vas a la provincia, casi un centenar de fiestas te espera: que si el día del níspero, del espárrago, de la zanahoria morá, de las migas, del queso, de la pasa…
7. Cogerás el coche cada vez que llueva, aunque sólo sea para ir a la esquina a comprar el pan. Y durante el atasco maldecirás al resto de conductores por la lluvia. ¡Si solo son tres gotas!
Una foto publicada por sandra (@shinaphotos) el
8. No dirás canío sin saber qué significa aliquindoi, pechá, merdellón, guarrito, campero, biznaga, jábega y terral.
Una foto publicada por My Malaga (@mymalaga) el
9. Pisarás El Pimpi al menos una vez en la vida. Ya sabes: ¡Nunca en un lugar de peregrinación sirvieron tanto vino!
Una foto publicada por ElPimpi (@bodegaelpimpi) el