1. Pregonarás que el sur de México comienza abajo de Sonora, sin importarte geografía ni lo que los demás mexicanos piensen.

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2. Santificarás los tacos de asada de Tijuana y no consentirás tacos sin guacamole en tu dieta.

 

3. Dudarás de todo aquel que diga “chido” en vez de “curada”.

 

4. Maldecirás el tráfico de la línea para ir al otro lado…

 

5. Regirás tu vida económica en dos monedas… y tu ira se incrementará en proporción al dólar.   

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6. Puntualizarás que las quesadillas son de queso… y acusarás de chilango a todo aquel que no respete esta regla básica de la cocina mexicana.

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7. Hablarás del “otro lado” para referirte a los Estados Unidos y maldecirás nuevamente al tráfico de la línea… nada más porque te acordaste.

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8. Harás una carne asada a la menor provocación.

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9. Te quejarás de todos los baches que dificultan tu camino, sobre todo en época de lluvias cuando se convierten en albercas.

 

10. Serás un buen tijuanense y defenderás tu ciudad a capa y espada. Le aclararás a todos los de fuera que Tijuana no es como la pintan y te encargarás de que se lleven la mejor impresión posible.

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Foto de portada por Gabriel Romero Flores