1. Tronar el empacho
Si tu niño se comió una canica, un chicle, una moneda o simplemente está empachado, este es el remedio de las abuelas (remedio que parece más bien tortura de la Santa Inquisición).
Primero, una cucharada de aceite de ricino, una cucharada de aceite de olivo y otra de almendras dulces. Durante las próximas 2 horas, el pobre chamaco, no puede comer nada sólo beber té.
Luego, por si pensabas que no es suficiente, le jalas el pellejo de la espalda (desde la cintura hasta el cuello) hasta que truene. Se le soba el estómago con pomada de manzana y de pan puerco (sí, yo también dude que el pan puerco existiera pero puedes googlearlo) y se cubre a la criatura con papel estraza.
Luego se envuelve al chilpayate con una sábana, como si fuera un taco, y se rueda al niño sobre la cama.
Las abuelas prometen que el niño va a cagar como nunca y mejorará en las próximas horas :)