Soberbia
No se puede negar. Nos encanta presumir de nuestra posición privilegiada para el comercio mundial. Presumimos de playas de arena blanca que bañan nuestras costas con el agua de dos océanos, presumimos del lujo, el arte y la vistosidad de nuestro traje típico, la pollera, y por supuesto presumimos del canal de Panamá, obra de ingeniería singular que acortó distancias para el mundo. Y es que con tanto de lo que estar orgullosos, normal que presumamos, ¿no?