1. El rincón de la abuela venezolana
Cualquier comida en este espacio me traslada a los brazos de mi abuela, sus arepas del tamaño de la sartén y el guayoyo recién colado. En definitiva, cuando tengo guayabo familiar el Rincón de la Abuela Venezolana es mi mejor medicina, pues allí me siento como si las guacharacas me hubieran recién despertado a los pies del Ávila mientras respiro aroma de café recién colado. Suelen tener música en vivo, ambiente familiar e incluso he podido matar antojos con una Frescolita bien fría. Queda en la Calle Mallorca, 470, bien cerquita de la Sagrada Familia.