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Los 10 rincones más románticos del sudeste asiático

Asia
by Sebastián Defeo 29 Oct 2017

Cada corazón late a su propio ritmo. Algunas parejas prefieren el lujo. Otras, embarrarse en la aventura. A unas cuantas las tienta despertar sus sentidos con comidas nuevas. Y ni hablar de perderse en un paisaje de postal.

Lo cierto es que todas pueden tener lo que quieran. Hay un rincón del mundo donde cada escenario romántico es posible: el Sudeste Asiático.

Si estás planeando una luna de miel, unas vacaciones acarameladas o si necesitás un shot de romanticismo en tu relación, no busques más. Acá tenés los diez rincones más románticos.

ANG THONG – TAILANDIA

Estas islas tailandesas son la postal que todos tenemos tatuada en nuestra cabeza cuando hablamos del paraíso. Palmeras que despuntan de la arena banca frente a un mar turquesa con el agua tan transparente que se puede ver coloridos peces tropicales nadando por ahí.
Sin embargo, hay un peligro: tener que compartir el paraíso con los otros que vinieron en la excursión con nosotros. Familias gritonas, gordos untándose pantalla solar por su panza abarrotada de pelos, chinos atolondrados con chaleco salvavidas a medio metro de profundidad, metiéndose en el mar con zapatillas para caminar tranquipanchis sobre el coral y así destrozarlo por siempre. Querer asesinar a todo el que te rodea no es demasiado romántico.
Pero no desesperes. Tengo un consejo. Hay carpas y bungalows en los que quedarse. Simple-mente le decís a los de la excursión que ustedes se vuelven con ellos al día siguiente. O al otro. O al otro. O al otro. Porque ese es el tema. Salvo por la hora y media en la que se llena de tours, van a tener al paraíso todo el día casi casi para ustedes dos solos. ¿Y quién en su sano juicio se querría volver de ahí?

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BAGÁN – MYANMAR

Las ruinas de la antigua capital imperial de Myanmar cuentan con más de dos mil templos budistas y pagodas. Basta con sólo alquilar una moto eléctrica en cualquier guesthouse para pasear entre ellas en silencio, sintiéndonos en otro planeta sin preocuparnos por que nos mastique las tripas un alien.

 Old BaganMandalay, MyanmarSunrise in Bagan #archaeology #history #pagoda

Consejo: lo ideal es levantarse temprano, antes del amanecer, para poder ver a los ricos paseando en globos aerostáticos. El cielo se llena de ellos. Ideal para selfies que criticamos en el resto pero bien que nos las sacamos.

4000 ISLAS – LAOS

Si Laos fuera un día, sería domingo. Lo recorre una calma siestera, de esas que uno desearía que fueran eternas. Pero es al sur, cerca de su frontera con Camboya, donde su paz deviene en paraíso romántico. El delta del río Mekong está poblado por islotes abarrotados de vegetación, con bungalows sobre el río en los cuales tirarse en una hamaca a mirar cómo el sol se posa sobre el horizonte, más allá de las palmeras.
No hay dudas. Este es el lugar donde el estrés va a morir.

TAM COC – VIETNAM

Creo que todos tenemos esa fantasía. La de agarrar una moto y andar por caminos escoltados por montañas, sintiéndonos en una película. Te tiro las coordenadas para pasar del sueño a la realidad. Los valles de Tam Coc, en Vietnam.
¿Lo mejor? Después de la aventura van a poder ir a un restaurante y pedir un bún chả y sentirse que, si mueren comiendo la tradicional sopa de fideos de arroz con cerdo después de haber an-dado en moto por uno de los paisajes más cinematográficos del mundo, se mueren felices.

KHAO SOK – TAILANDIA

Nada dice romanticismo como compartir una aventura. Es en este parque nacional del sur de Tailandia donde está uno de los trekkings más divertidos para hacer en pareja.
Primero, un botecito los lleva a un lago rodeado cerros envueltos en jungla y misterio. Pero pará, que hay más.

Después, una caminata increíble que termina metiéndose en una cueva. Y cuando digo metiéndose en una cueva no me refiero a dar dos pasos, decir: “Qué lindo, che,” sacar una foto y volver. No. Me refiero a meterse hasta el pecho en el agua de adentro de la cueva, trepar por sogas, en la oscuridad absoluta, armado apenas con una linterna y sed de aventura.
Bancá, hay más todavía.
Después de eso, una noche romántica en unos bungalows que flotan sobre el lago.
¿Qué más querés? ¿Que venga Barry White personalmente a tocarte una canción al lado mientras llueven Ferrero Rocher y champaña?

MONIWA – MYANMAR

A veces el romance surge de dar un paso al costado de la rutina. No busques más. Es en Moniwa, un lugar fuera de cualquier ruta típica de viajero, donde lo vas a encontrar. Muy pocos se aventuran tan al norte de Myanmar. Y vale la pena.
Desde la sonrisa de sorpresa de cualquier birmano al verte ahí, hasta meterte adentro del Buda de 129 metros de alto y subir uno por uno los 31 pisos, o perderte caminando en el templo con medio millón de estatuas de Buda. Moniwa es ese salto al costado del itinerario, el espacio ideal para descubrir lo nuevo.

MALACCA – MALASIA

Malacca es un pueblito pintoresco del sur de Malasia ideal para parejas. Los fines de semana hay un mercado nocturno con una variedad interminable de puestos callejeros para probar distintas comidas, comprar souvenirs, o simplemente chusmear.
Pero eso no es todo.

Cada fin de semana el pueblo se llena de actividades chiquitas pero simpáticas. Desde señoras bailando más o menos sincronizadas, recitales de una orquesta tradicional malaya, jubilados en un karaoke público, parejas paseando en rickshaws. Malacca es un pueblito ideal para ir caminando despacio, buscando entre tantas cosas aquella que mirar abrazados y sonreír juntos.

A tan solo 80 kilómetros de Malaca está Port Dickson, otro lugar perfecto para atardeceres:

 Glory Beach ResortPort Dickson, Malaysia#seaside #sunset #oceanviews #fisherman #naturephotography

SINGAPUR

Una singapurense que nos hospedó nos lo dijo con claridad: “En este país nuestro pasatiempo es comer y hacer compras.”
Es ideal para o cerrar el viaje por el Sudeste Asiático o para tomarlo como un puntapié inicial sin demasiado choque cultural. Pasa que hay muchos a los que lo exótico de este rincón del mundo les puede dar cierta impresión. Singapur es perfecto para quitar ese miedo de primerizo. La que había sido una aldea de pescadores de Malasia supo volverse un país del primer mundo en poco más de cincuenta años. “No hay mucho para hacer acá,” me dijo una singapurense comentando la ampliación actual de Gardens by the Bay, un modernísimo duo de domos gigantes con vegetaciones de distintas partes del mundo e incluso una cascada bajo techo. “Entonces construimos. Siempre están construyendo algo nuevo, mejor, más grande.”

 Marina Bay SandsSingapore, SingaporeIncredible walk by Marina Bay Sands and the waterfront in Singapore. The most beautiful skyline I’ve ever seen.

 Singapore FlyerSingapore, Singapore#citywheel #wheel #singapore #flyer

Singapur es el lugar ideal para darse un lujo. Encima, la costanera tiene unas hermosas reposeras de madera considerablemente grandes para que entren dos personas a tirarse a mirar los edificios brillar bajo las estrellas.

HOI AN – VIETNAM

Te voy a ser sincero de entrada. Hoi An es el Disney del Sudeste Asiático.

Era un antiguo puerto, lo que se traduce en un crisol de influencias chinas, francesas, japonesas, holandesas, indias, portuguesas. Sus variadas casitas tradicionales son parte del patrimonio de la humanidad de la UNESCO. El tema es que cada una vende souvenirs. Está íntegramente armado para el turismo.
Te sigo siendo honesto. Así y todo es hermoso. Con más lámparas de papel que estrellas, es el escenario ideal para una cena romántica frente al río.
Consejo: la noche puede ponernos cariñosos. Simplemente tengan en cuenta que donde están parados no sólo se habla otro idioma, sino que hay otra cultura. Las demostraciones de cariño públicas están muy mal vistas en todo el Sudeste Asiático. Así que nada de andar dándose besos frenéticamente por ahí. Y, si no pueden evitarlo, hagan como una pareja de vietnamitas adolescentes que vimos. Sin poder contener sus hormonas, se sentaron en un banquito frente al río, se pusieron una campera sobre sus cabezas para que nadie los pudiera ver, y se besaron por horas.

SUNSET BEACH (KOH RONG SANLOEM) – CAMBOYA

Después de haber trabajado tres meses en ella, esta islita camboyana siempre va a estar en mi corazón. Pero así y todo me atrevo a recomendarla objetivamente.

La playa Sunset Beach nos recibe con apenas un puñado de alojamientos, jungla a unos metros, aguas cristalinas y puestas de sol sobre el mar que son más románticas que la escena de la dama y el vagabundo compartiendo el mismo plato de fideos.
Pero te conozco. Comiste una panzada de belleza, con entrada, plato principal, postre y café baja-tivo y así y todo tus ojos recorren a la mesa buscando un bocado más. No hay problema. Tengo algo para la cerda golosa que hay en vos. La frutilla del postre.
Plancton fluorescente.
Así como lo leés. En esta playa, si no hay luna llena, el mar deviene en estrellas cuando nos mo-vemos. Pequeñas gotas resplandecientes que se mueven a todo nuestro alrededor mientras na-damos. Más romántico que eso le daría vergüenza a Barry White.

Y ahí lo tenés, mi top diez de lugares románticos del Sudeste Asiático. ¿Cuáles son los tuyos? Ayudémonos entre todos a recomendarnos nuestros paraísos privados. Aunque creo que todos en el fondo lo sabemos. El paraíso es la compañía.