1.
En Buenos Aires, un “porteño” no es cualquier persona que nació cerca de un puerto del mundo…
Es un habitante de “la city” (porteña) o “la Capital” (si, si, como si no hubiera otras ciudades o capitales).
2.
Un porteño no endulza tus oídos para que caigas rendido ante él (o ella).
Te chamulla.
3.
Ni te dice una historia cuasi-falsa para “zafar” de una responsabilidad previamente asumida.
Te chamuya, o te cuenta un cuento… Generalmente empezando con “se me complicó”.