Mi familia y yo vivimos en la Patagonia dos años, en El Bolsón, un pueblito mágico de la provincia de Río Negro, en Argentina, entre 2009 y 2011, cuando vinimos a Estados Unidos. Tenemos los mejores recuerdos de esa época de nuestras vidas y lo mejor de todo es que, si todo va bien, pronto vamos a estar de vuelta.
Mi hija mayor tenía tres años cuando nos fuimos y, desde entonces, nos pide volver. Ella quiere compartir con su hermano menor todos los encantos patagónicos. La nieve, las planicies interminables, los bosques de lengas “llenos de hadas y de duendes”, los picos nevados, las ballenas y los pingüinos, los helados de dulce de leche, los chocolates… Por eso hoy rescato estas imágenes del arcón de los recuerdos, con la esperanza de que, al verlas, ustedes también se sientan llamados a conocer esta imponente región del mundo.