Piensas que las arepas vienen con una sola versión y un solo relleno y no te has deleitado con las arepas hechas en fogón de leña y con rellenos como queso, la reina pepiada (aguacate, pollo, mayonesa y otras cosas), la dominó (caraotas y queso blanco), la de carne mechada, la de salchichas o la de pernil.
No te has parado en un kiosko cercano al ferry o en una carretera a comer unas empanadas de cazón o una sencilla de queso. Todo, sintiendo el calor del sitio y del caldero.
En la Navidades o Año Nuevo no has comido unas Hallacas hechas por tu mamá.
El asado negro con caramelo no ha sido parte de tus almuerzos domingueros, en algún momento de tu vida.
Después de una gran fiesta, en la madrugada, no has tomado una hervido de gallina. O en su defecto una sopita “levanta muerto” o un sancocho.
No comes chocolate venezolano pensando que es el mejor del mundo.
No has tumbado alguna vez mangos verdes de la mata del vecino o cercano a tu colegio para comértelos con sal.
Las caraotas negras con queso blanco rallado no son parte de tus comidas preferidas.
No piensas que el pabellón con baranda (arroz, caraotas, carne mechada con tajadas de plátano) es emblemático de Venezuela. Y no disfrutas cada vez que lo comes, estés donde estés.
No comes perros calientes en la calle o hamburguesas con huevo encima -más todos los agregados de salsas-.
La ensalada de gallina no acompaña tus comidas especiales.
Viajas al centro del país y no aprovechas de comprar y comer unas «Panelas de San Joaquín», de esas que las mujeres venden a la orilla del camino.
El casabe, con salsitas o simplemente solo, es una de tus opciones para calmar el hambre.
Puedes tener una fiesta sin tequeños. Para un venezolano, aunque haya buena música, mucha comida y bebidas, una fiesta solo está completa con tequeños.
Si en la zona de los Andes, no sabes que la chicha andina se toma siempre en la casa de uno.
No comes o comiste alguna vez galletas María remojadas en Café con Leche.
No consideras que la cachapa sea una buena opción de comida… (aunque todos sabemos que no llega a sustituir a las arepas o empanadas).
No comes mamón, ciruelas de huesito u otras frutas en la época de cosecha. Si, de esa que venden en las autopistas.
No has probados los poscicles (heladitos caseros) o raspados (granizados), como opción de algo refrescante.
El patacón, tostón o cualquier variante del plátano no te gusta.
No has bebido agua de coco, sola o acompañada con ciertas bebidas alcohólicas.
En la región Zuliana, no has comido huevos chimbos.
En Navidades no te han regalado un dulce de Lechoza, de esos hechos en casa.
Si en alguna celebración especial, tu abuela o tu mamá no te hizo la clásica Torta de Guanabana o de Piña.
No comes queso blanco en cualquiera de sus presentaciones, como Blanco, queso de Mano, Telita, Guayanés, de Año… Mmmmm.
En los Llanos no has comido Carne en Vara o Chivo en Coco.
Ni te has comido un Zapoara en el estado Bolívar.