Hay chilenismos navideños que se han convertido en «instituciones»: tradiciones y cosas que se hacen, que parece que siempre se hubieran hecho así, de las cuales uno siente que no puede escapar cuál trámite en una burocracia… Eso sí, hay algunas que se disfrutan o con las que uno puede ponerse creativo.
1. El amigo secreto en la oficina.
Los freelancers lo añoran y a quienes les toca alegan. Qué regalar, de qué monto, qué regala el de al lado… puede complicar las buenas intenciones de una institución en la que la mayoría termina participando aún cuando no exista mayor interés, más cuando se trata de obsequiarle algo a ese compañero que apenas ubicas o no pasas mucho. Además, de secreto tiene poco, todos terminan sabiendo a quién le tocó quién, si es que no te enteraste apenas sacaron papelito.