16 palabras que los colombianos heredamos de nuestras culturas ancestrales

Colombia
by MAYRA MERCADO 11 May 2018

Arepa:

Aunque no hay consenso sobre la etimología de esta palabra, hay registros de que era utilizada antes de la llegada de los españoles. Una de las referencias más antiguas al vocablo se encuentra en los escritos del italiano Galeotto Cei en su libro “Viaje y descripción de las Indias (1539-1553)”:

“Hacen otra suerte de pan con el maíz a modo de tortillas, de un dedo de grueso, redondas y grandes como un plato a la francesa, o poco más o menos, y las ponen a cocer en una tortera sobre el fuego, untándola con grasa para que no se peguen, volteándolas hasta que estén cocidas por ambos lados y a esta clase llaman areppas y algunos fecteguas”.

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Chitearse:

¿Alguna vez se te ha chiteado algo en casa, ya sea el abanico, la televisión u otra cosa? Esta palabra que usamos en ocasiones cuando algo se quiebra, se raja o se cuartea, es una de las herencias que nos dejó la familia de lenguas chibchenses. Aunque la mayoría de estas lenguas están extintas o camino a serlo (porque ya no existe quien las hable), aún quedan algunos términos que usamos en nuestra cotidianidad.

Guadua:

Los muiscas lo usaban para referirse a un tipo de caña, tal como actualmente lo hacemos.

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Cucha:

No, no es una señora mayor, ni la mamá, ni la abuela de alguien. En el pasado, los Muiscas llamaban cuchas a las mujeres más bellas, un término que al día de hoy se emplea para identificar a las mujeres mayores.

Guache:

¡Uy, qué guache!
En la actualidad, la usamos para describir a alguien patán y grosero. También es un instrumento de percusión típico en la Costa Caribe de origen indígena, como se ve en el siguiente vídeo…

En el pasado, los chibchas lo usaban para referirse a alguien valiente y orgulloso, a un guerrero.

Totear:

Hace muchos años, “totear” solo se usaba para decir que algo se quebró o reventó por un golpe. Hoy día, usualmente decimos “te vas a totear de la risa” para decir que vas a reír demasiado, o “se toteó la cabeza” cuando se ha dado un fuerte golpe en la cabeza. El término es un muisquismo, es decir, es un vocablo que tiene su origen en el idioma muisca (autoglotónimo muysccubun) que fue tomado para uso cotidiano por el español mediante préstamo lingüístico.

Crédito: solrobayo

Yuca:

Esa misma Yuca que hoy comemos con queso y suero, en la antigüedad era parte de la dieta tradicional de grupos indígenas taínos, caribes y arahuacos nativos del Caribe.

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Hamaca:

Esta palabra proviene de los taínos y significaba “red para pescado”. La red se usaba como cama en faenas de pesca y sitios lejanos de la residencia. Casualmente, aún nos referimos a la “hamaca” para este cómodo lecho que nos acompaña en diversas ocasiones, en las siestas y descansos bajo las estrellas en lugares apartados de la residencia.

Fique:

El significado no ha variado en el tiempo: a lo mismo que hoy llamamos “fique”, los Muiscas lo hacían, es decir, a las fibras que se cultivan en gran parte del territorio colombiano.

Güeba:

Esta expresión se utiliza como sinónimo de pendejo: “Usted si es mucha güeba”, decimos. El término viene de “ueba”, muisquismo que en el pasado se usaba para “advenedizo o forastero”.

Changua:

Sí, estamos hablando de la sopa a base de leche, huevos, cebollas, sal y cilantro. Al parecer además de una palabra, es una receta herencia de nuestros ancestros.

Turmequé:

Además de ser un municipio ubicado en la provincia de Márquez, en el departamento de Boyacá, es un juego practicado hace más de 500 años, actualmente declarado como “Deporte Nacional de Colombia”. Popularmente conocido como tejo, consiste en lanzar un disco metálico en una cancha de arcilla. Turmequé también es considerado un muisquismo.

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Chuzo:

Este es un caso de español colonial mezclado con usos y costumbres de nuestros ancestros. El chuzo es un arma, y la palabra tiene muchos derivados y acepciones en distintas partes de América Latina. Actualmente en Colombia, se conoce como un lugar, “Juanita puso un chuzo de venta de perros”, y como una comida rápida, “Hoy me provoca un chuzo desgranado”. Esos usos supuestamente provienen de la comida que consiste en trozos de carne atravesados por un palo de madera o guadua.

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Cuca:

Nuestros ancestros le llamaban “cuca” a una cueva o caverna. Hoy día una cuca puede ser una oruga o larva de cierta mariposa nocturna, o algo no tan literalmente asociado a una cueva: muchas veces se usa entre colombianos para referirse al órgano genital femenino.

Chichi:

“¡Me estoy haciendo chichi!”. Es la manera en que hoy en Colombia decimos que tenemos ganas de ir al baño, específicamente a orinar. Otros también lo usan para describir que algo no estuvo muy bueno o no gustó, por ejemplo: “Ay no, ¡qué partido tan chichi!”. Sin embargo, en el pasado se denominaba “chichi” al hijo de la divinidad.
En otra lengua indígena, el náhuatl, “chichi” está asociado con el amamantar, por lo que en algunos países de América Latina se le llama “chichi” a los senos de la mujer.

Chicha:

Si estás bebiendo una deliciosa chicha en este mismo momento, termina de leer esto después o aparta tu chicha un rato… Ya que a lo que nuestros ancestros llamaban “chicha” no es nada agradable. Ellos denominaban chicha a lo que hoy día nosotros decimos diarrea. ¿Y ahora te sigue pareciendo tentadora la idea de tomar una chicha?

Crédito imagen de portada: aturkus