El temazcal es un baño de vapor que se ha utilizado ampliamente en Mesoamérica desde hace milenios, con fines terapéuticos, higiénicos y rituales. La palabra temazcal proviene del náhuatl temazcalli y significa “casa de vapor” (temaz – vapor, calli – casa). El calor, el vapor y el sudor provocan una purificación corporal bien conocida por las culturas antiguas. En la tradición del temazcal, esta purificación no se limita al cuerpo sino que también abarca lo espiritual. El simbolismo de la estructura del temazcal y la tradición oral reflejan la conexión entre el cuerpo, el espíritu y la naturaleza.
En sí, el temazcal representa la tierra que nos da vida y nos sustenta. Cuando uno entra al temazcal, se dice que está entrando al vientre de la Madre Tierra y por eso el temazcal tiene la forma de domo. En algunos casos se construye literalmente adentro de la tierra en forma de cueva. El interior del temazcal no debe contar con iluminación, pues simbólicamente representa el regreso al vientre de nuestra madre. Al salir, seremos personas nuevas, renovadas física, mental y espiritualmente.
Por sus características curativas, es un método eficaz para estimular todos los órganos internos, limpiando nuestro cuerpo, sudando grandes cantidades de toxinas acumuladas por medicamentos o por la propia alimentación, debido a que actualmente enfrentamos muchos problemas de contaminación. Estos son algunos de sus beneficios físicos:
1.
El temazcal promueve el relajamiento del sistema muscular, ya que alivia las contracciones gracias a los efectos de la temperatura y los aceites volátiles de las plantas que se usan.
2.
Por medio de la temperatura alta y la ebullición de agua fresca, se logra un alto grado de movimiento en el sistema circulatorio, ayudando a corregir problemas de varices, úlceras varicosas, adormecimientos de manos y pies, presión alta o baja y otros problemas circulatorios.
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3.
Mejora el sistema inmunolóǵico, ya que aumenta la producción de leucocitos (glóbulos blancos) en el cuerpo. Se ha observado que la gente que toma estos baños de sudor y que padece de enfermedades crónicas o recurrentes, no sufre tanto los síntomas o, si se enferman, se recuperan más fácilmente.
4.
Facilita la desintoxicación del cuerpo. En el temazcal, una persona puede desintoxicar todo lo necesario para depurar su cuerpo vía sudor: ácido úrico, problemas de piel (acné), quemar grasas e impurezas de la piel, curar artritis, entre otros. Además, al sudar, se favorece el buen funcionamiento del riñón.
5.
Estimula la regeneración de la piel. Las temperaturas del temazcal superan, en algunos casos, los 50 grados. Los poros son reactivados, lo que facilita la formación del manto ácido, vital para la protección de infecciones cutáneas.
6.
Limpia y descongestiona los canales nasales y paranasales. Los baños de vapor son utilizados para el tratamiento de gripes, bronquitis, asmas y sinusitis. Por efecto del calor se da la inhaloterapia, que acontece con el vapor sumado al humo y a los aceites de las plantas curativas depositadas en las piedras durante la ceremonia. La desobstrucción de las vías respiratorias se produce automáticamente. Activa también la irrigación de una forma impresionante, llegando a ser siete veces mayor. Hay aumento de los flujos sanguíneos, lo que sumado a la expansión de los pulmones y los bronquios facilita la expulsión de las toxinas acumuladas. Es posible aliviar muchísimo casos de sinusitis, catarro, asma, bronquitis, enfisemas y otros problemas de orden pulmonar.
7.
En el temazcal se produce un efecto relajante que es ideal para tratar con problemas como el estrés, el insomnio y la tensión nerviosa, todo esto sin que se produzcan reacciones adversas. Actúa a nivel psicológico, permitiendo una mejor comprensión de sus cuestionamientos emocionales y problemas personales.
8.
Cuando los españoles llegaron a América buscaron eliminar esta práctica por considerarla de mal gusto y hasta demoníaca. Sin embargo, el temazcal se ha mantenido vivo gracias a los grupos nativos en México que han logrado preservarlo, y así hoy podemos compartirlo con el mundo y, mejor aún, seguir disfrutándolo para nuestra salud.