Aunque el chilango vería puros topes.
El regio, en vez de quejarse, lo prende y asunto arreglado.
A lo que el chilango respondería que eso no es un abanico, es un ventilador.
O lo que es lo mismo, unas chelas bien muertas.
Cosa que un regio jamás haría, él te tiraría a león o te sordearía.
Se la baña.
El regio, si tomara pulque, le diría curados a los pulques de sabores chistosos.
Mientras que el regio pensará en vainilla, chocolate o cualquier otro sabor de helado.
No te saques de onda, nada más te está pidiendo veinte varos en cambio.
Y sí, aceptamos que es bastante rebanosa.
Pero si estás en la Ciudad de México, lo tendrás que pedir como chicharrón preparado.
Pero si estás en Monterrey, mejor cómprate un lonche.
Ni te vas a dar cuenta que no es tu típica telera.
Y explícale a tus amigos chilangos que no es más que una mantecada o un cupcake.
O un raspado, que a final de cuentas es lo mismo.
Mientras los regios tienen toda una estrategia para perreársela.
Hasta que no preguntes por tacos al pastor.
Es porque se le descompuso la nave.
No te ofendas, que la carrilla es cosa de amigos.
En Monterrey te tacharán de acoplado.
¡Pero el chilango también está mamalón!
¿Cuáles son tus expresiones favoritas de Monterrey y la Ciudad de México? 