¿Qué comer en la CDMX? La Ciudad de México es uno de los lugares más sensacionales en el mundo. Su oferta gastronómica es un paraíso infinito de sabores. Lo tienes todo al alcance de tus manos, encuentras platillos de toda la República (y por supuesto, del mundo); el escaparate va desde la comida callejera, fondas, mercados, hasta restaurantes afamados de chefs reconocidos. La siguiente es una lista de platillos que definen su identidad gastronómica y que tienes que probar para decir que estuviste en la CDMX.
60 platillos que tienes que probar para decir que estuviste en la CDMX
EMPECEMOS POR LA VITAMINA T
Todo un básico de la comida callejera. Hay por todos lados, es comida de la vida cotidiana en la ciudad; es rápida y barata, aplica como “tentempié” o también como una comida completa.
TLACOYOS
Generalmente son hechos con maíz azul, de forma delgada y ovalada; pueden ir rellenos con frijoles negros, habas o requesón; el guiso de tu preferencia, nopales y queso fresco, así como su respectiva salsa. Los tlacoyos son de la comida más antigua y de la más práctica para comer en los puestos callejeros, recién saliditos del comal. Este que ves en la foto, es un poema que me dedicó una señora que tiene su puesto frente al Mercado Medellín en la Roma Sur.
TAMALES
Al asomarse el sol en la CDMX, nada más antojable que ver el vapor salir de las tamaleras. Los hay por toda la ciudad y son tradicionalmente mañaneros. La variedad va desde mole, puerco en salsa verde, rajas con queso y champiñones, de huitlacoche con queso, hasta los muy codiciados tamales dulces.
No podría dejar de mencionar las típicas bicicletas que andan por toda la ciudad con su tan única y tradicional grabación: “acérquese y pida sus ricos tamales oaxaqueños. Hay tamales oaxaqueños, tamales calientitos…” (promoción auditiva de la calle que sólo encuentras en CDMX). Ahora bien, si he de sugerirte un lugar en particular, visita a la Maestra Tamalera Doña Emi (Jalapa 278. Roma Sur).
TAMAL DE HUITLACOCHE CON QUESO DE CABRA
CHANGARRO DE DOÑA EMI
TORTAS DE TAMAL
Ahora bien, si se trata de vivir una experiencia cien por ciento chilanga, pues date sin pensarlo una torta de tamal (mejor conocida como “guajolota”) y acompáñala con uno de sus fieles complementos: ya sea un champurrado, un atole o un café de olla. Aplica como un desayuno completo y su precio es más que accesible.
TORTAS DE CHILAQUILES
Te sugiero que vayas a la esquina del chilaquil por una de estas, ubicada en el corazón de la Condesa (Tamaulipas y Alfonso Reyes). Sólo se ocupa paciencia para la interminable fila de fieles y nuevos clientes que día con día se forman ahí. La preparación de la torta es sencilla: una embarrada de frijoles a los bolillos para después rellenarlos de chilaquiles verdes o rojos, la sazón es impecable; los extras son la infaltable crema y el insustituible aguacate; además se le agrega queso rallado, cebolla fresca y rajas de jalapeños.
La torta estelar es la “bomba”: chilaquiles mixtos, pechuga de pavo empanizada, cochinita y los respectivos extras. Su éxito radica sin duda, a que su origen es totalmente casero, y en realidad hay pocos lugares en la ciudad. Definitivamente es una de las delicias calóricas más brutales en la Ciudad de México.
TORTAS DE PIERNA/MILANESA
Nada como una de estas con su pierna de cerdo horneada a la vieja usanza y con sus teleras debidamente pasadas por un ligero tueste en la plancha (como Dios lo manda); siempre se agradecen complementos como unos chiles y verduras encurtidas. En la de esta foto, combiné pierna con milanesa.
TOSTADAS
Sólo diré: tostada de pata = portento de antojito chilango; favorita de favoritas.
TACOS DE SUADERO
Estos tacos definen muy bien la personalidad culinaria de la Ciudad de México. En los puestos de lámina es donde la experiencia se vive con el aroma que sale de los recipientes metálicos en los cuales se confita el suadero en manteca de puerco, produciendo ese olor atrayente, encantador e irresistible. Para complementar el puesto hay limones, salsas, cebollitas, nopales, rabanitos y una cubeta/florero con un ramo de pápalo (un quelite de sabor intenso y típico en las taquerías de la capital). Dicen los conocedores que los mejores en la ciudad son “Los Cocuyos”, en el Centro Histórico. Ahí te sirven unos verdaderos Maestros Taqueros
TACOS AL PASTOR
El taco al pastor es quizá el más chilango de los tacos. Es una categoría que todos hemos probado, que a todos nos gusta, en la que hay cientos de opciones por toda la ciudad. En la siguiente imagen, les presento un sueño, qué digo sueño, una poesía que viví; “poiesis” de un glotón: me serví mi propio taco, le di con mucha fe (no así con estilo) al corte fino de la piña.
Para completar la experiencia, y hacer un fiel retrato chilango, acompañé con otro típico capitalino: boing de guayaba en envase de vidrio.
TACOS ORIENTALES
Extraordinarios en lo amplio de la palabra, 37 años de sazón, todo un ícono en la Condesa. Precursores del taco al pastor, estos no llevan tanto condimento ni colorante, sólo un trompo de carne de cerdo con perejil, cebolla y sal en grano. Únicos. Se ubican en Michoacán casi esq. con Nuevo León.
TACOS DE CABEZA DE RES
Son otros clásicos de la ciudad que son preparados al vapor y generalmente el protocolo es pedirle al taquero de uno por uno. La oferta va desde sesos, ojo, maciza, cachete, trompa y hasta lengua. Pueden encontrar unos buenísimos en taquería “La Reyna”, en la Roma Sur. Puedes pedirlos en trozo, es decir, la carne sin picar (evidentemente cuestan más caros). Te sugiero pedir uno de ojo (entero), así como de lengua y trompa, en la misma presentación. La salsa verde con cilantro y rábano les va perfecto.
TACOS DE CANASTA
Dicen que comer tacos es casi un oficio de los habitantes de la Ciudad de México y el de canasta es probablemente el primer taco comercializado, es sin duda el más callejero de todas las opciones. Encuentran unos buenísimos en la Roma justo enfrente del afamado restaurante “Delirio”.
Están bastante menos grasosos que el promedio y los hay de chicharrón, carne deshebrada, papa y frijoles, aunque la salsa de guacamole es todavía mejor. El puesto se pone todas las mañanas y hasta pasadas las dos de la tarde. Otros famosos son los de “La Abuela”, en calle Río Lerma, en la Cuauhtémoc.
TACOS DE CARNITAS DE PUERCO
Comer tacos de carnitas en la Ciudad de México es todo un ritual: llegar al lugar, acomodarse, visualizar al animal, saberse conocedor de qué parte del cerdo te gusta y qué se te antoja en el momento –porque del cerdo todo se aprovecha-, y comer llenándote los dedos de grasa pero, eso sí, con toda la actitud.
Nada mejor para sentir un placer de esos culposos. En el Mercado Jamaica encuentran el negocio de “Carnitas Paty”, donde comer es toda una aventura. Los hay de nana, buche, trompa, nenepil, cachete, cueritos, oreja y cachete. Mi sugerencia es: pidan uno combinado con nana (matriz de la puerca), cuerito y chicharrón, agreguen salsa roja y disfruten ese orgasmo culinario.
TACOS DE GUISADOS
A veces es lindo taquear variado y vasto. En CDMX son muy de la vida cotidiana de entre semana y encuentras cazuelas con guisos mexicanos como hígado, chiles rellenos, nopales, quelites, arroz, picadillo, chorizo con papas, entre otros. Es comida rápida, te despachan al momento. Yo no perdono uno de hígado, uno de coliflor capeada y uno muy estelar: arroz con frijoles negros de la olla y un huevo cocido. Te recomiendo “Los güeros” en la Condesa.
TACOS DE BARBACOA
Estas dos son, para mí, las mejores opciones en la CDMX si se trata de barbacoa de borrego; sus doce horas de cocción la avalan; la carne se deshace en tu boca. Pide complementos: pápalo (quelite con sabor fuerte), aguacate, chicharrón y queso con chile. Aquí van: el “Hidalguense”, lo encuentras en la Roma Sur y “Los 3 Reyes”, allá por Periférico, a la altura de Mixcoac.
(No olviden el consomé, si van crudos mucho qué mejor).
Creo que esto también puede aplicar:
GRINGA AL PASTOR
Combinación ganadora de tortilla de harina con carne al pastor; su cebolla, su cilantro y su piña opcional. Y una buena salsa de morita, por favor. Esta que ves aquí es del “Califa”, en el corazón de la Condesa.
Ahora bien, y porque también se vale, si quieres experimentar algo más “gourmetizado”, vete directo al nuevo Pujol, del Chef Enrique Olvera, que te ofrece su:
“TACO OMAKASE” BAR
Es una experiencia inspirada en las barras de sushi (sushi bars) de Japón, y que básicamente es una barra donde degustas de 7 a 8 tiempos de tacos que van desde erizo con frijol y salsa encacahuatada, callo de hacha con aguacate y salsa de ajonjolí, berenjena tatemada con berros en tortilla de maíz y hoja santa, barbacoa con flor de calabaza y salsa de aguacate, cachete de cerdo con cebolla morada encurtida en tortilla azul, chile güero capeado relleno de suadero de Wagyu y queso Oaxaca y hasta una enmolada. En fin, este menú cambia constantemente; lo encuentras en el 133 de Tennyson, en Polanco.