Existen lenguajes guturales, nasales, a través de señas, de golpes y hasta de silbidos, siendo este último uno que resalta por su melodiosa composición que resulta muy agradable al oído y que solo unos pocos pueblos de la tierra han dominado. Entre las comunidades que se comunican a través del silbido se encuentran los de las selvas de Perú, la isla Gomera los Montes Pirineos y los mazatecos en México.
Los mazatecos habitan en Sochiapam, Oaxaca, un paisaje marcado por la vegetación exuberante, la niebla y el terreno escarpado, lo que hace muy difícil localizar con la vista a las personas en la lejanía. Es por ello que, con el paso del tiempo, lograron sintetizar su lenguaje -el chinanteco-, y crearon una versión silbada.
El lenguaje silbado de los mazatecos consta de 31 distinciones de acento y tono y con él se pueden simplificar mensajes complejos eliminando las ambigüedades. Es decir, no hay forma de confundir lo que se dice con un silbido.
Entre las características de este lenguaje se encuentra su elegancia. Evitan gritar cuando alguien se encuentra lejos, lo que es -sobre todo-, algo muy bueno para las cuerdas vocales.
Para realizar el silbido se puede utilizar solamente la lengua enrollada o también una hoja de árbol para dar otras entonaciones.
Es tan completo el lenguaje con silbidos que con él se puede expresar una advertencia, una orden y hasta un estado de ánimo, se podría incluso preguntar “¿Hay maíz en tu milpa?” o decir “Ya están listas las calabazas de tu milpa”.
Pero no todo son buenas noticias con este lenguaje, pues se estima que así como va el ritmo de la vida tal vez desaparezca en 10 años. En fin, lo que te podamos contar de esta increíble forma de comunicarse es poco frente a la maravilla de poder presenciarla por ti mismo. Aquí puedes ver el documental “Silbidos en la niebla”.