Europa está llena de pueblos de ensueño, lugares que parecen sacados de un cuento de hadas y en los que cuesta creer que viva alguien. En invierno, bajo la nieve, el encanto alcanza niveles insospechados y nos imaginamos allí, observándolos, tan maravillados que ni sentimos el frío. Estos son los pueblos europeos más bonitos en invierno.
1. Røros (Noruega)
Esta pequeña localidad de poco más de 5000 habitantes es patrimonio de la humanidad desde 1980. La Unesco valora su arquitectura de madera y planificación urbana, casi intactas desde que se construyó en el siglo XVII, así como la importancia del lugar como ciudad minera.