Los mexicanos somos por naturaleza antojadizos, pero además nos gusta socializar y compartir. Comer en la calle es parte de nuestra cultura y de nuestras tradiciones. En los puestos callejeros todos somos iguales; ahí no hay diferencias sociales y nos encontramos desde el oficinista, el estudiante, el taxista, el hipster hasta el empresario.
La Ciudad de México es la cuarta urbe más poblada del mundo, con un total de casi 21 millones de habitantes, y si bien u oferta gastronómica es un paraíso infinito de sabores, z su verdadero escaparate está en la comida callejera. A continuación, van algunas recomendaciones de comida callejera que no pueden dejar de probar. Les recomiendo sólo lo que auténticamente he probado, experimentado y fotografiado.