Quizá hayas oído alguna vez que en Galicia llueve mucho. Es algo que les encanta destacar a los medios de comunicación, a toda persona del resto de España haya o no puesto un pie aquí y, a veces, hasta a los propios gallegos. Y, si bien no llueve tanto como en el imaginario popular, tenemos que admitir que nuestros paisajes verdes no salen de la nada.
Es decir: si vienes a Galicia y te pilla una semana de lluvia, no te quedes paralizado como si fuese un acontecimiento extraordinario para el que no te habías preparado.
Ponte tus mejores katiuskas o calzado impermeable, enfúndate en un buen chubasquero, decide si vas a llevar paraguas o no (depende del viento y de la calidad de dicho paraguas) y sal a la calle.