La Real Academia Española reconoce el pedo (del latín pedĭtum), en su acepción más conservadora, como una simple ventosidad, producto de la fisiología y consecuencia de la digestión. También le da espacio a localismos vulgares, reconociéndolo como “sinónimo del efecto de emborracharse” o “una reunión para divertirse”. En México, el pedo es todo esto y muchas cosas más, tantas cosas más que consideré necesaria la elaboración de una guía que desarticule el pedo y lo haga más comprensible para todos aquellos que quieran adentrarse en el pedo lingüístico mexicano. Espero que les sea de utilidad.