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Queridos viajeros: lean estas 7 recomendaciones antes de viajar a Venezuela

by Adriana Herrera 14 Jun 2016

1. Venezuela es un destino económico para los turistas extranjeros, por los momentos, siempre y cuando negocies en el mercado paralelo de divisas

Como en Venezuela hay un (lamentable) control cambiario, no existe la libre circulación de la moneda extranjera. Eso hace que sí exista un precio de dólar paralelo (al que llamamos dólar negro) que se paga muy por encima del precio oficial. Entonces, el viajero por un puñado de dólares que traiga en el bolsillo, puede tener muchos bolívares y los precios venezolanos le resultarán muy económicos. Por ejemplo, una comida en un muy buen restaurante puede costar Bs. 7.000 por persona, lo que representa apenas USD$7 con el tipo de cambio paralelo actual. Esa es una comida bastante costosa para un venezolano, considerando que el salario mínimo está alrededor de Bs. 15.000 mensual. Del mismo modo, ir a explorar el tepuy Roraima (casi una visita obligada) por 6d/5n podría costar Bs. 200.000 por persona (sólo USD$200 en el mercado negro). Algunos operadores turísticos pedirán el pago en dólares a los viajeros extranjeros para ir a zonas como Los Roques o Canaima.

2. No puedes improvisar

Venezuela no es un país al que puedas llegar de repente sin saber dónde vas a pasar la noche. Es recomendable que reserves al menos tres días antes de tu viaje por seguridad y para que no la pases mal. No es común ver a viajeros con sus mochilas al hombro recorriendo las calles, buscando hospedaje. No lo hagan, en serio. Tampoco puedes visitar los principales paisajes naturales por tu cuenta; debes contratar a algún operador turístico que te guiará y velará por tu seguridad.

Por otro lado, y volviendo al tema del cambio de moneda, hay ciertas cosas que debes considerar: muy posiblemente tengas que pagar en dólares la reserva inicial y una vez en Venezuela, puedes pagar el resto en bolívares, pero debes preguntar primero. Lo idea es viajar con dinero en efectivo que luego puedas cambiar en el país, pues si usas tu tarjeta de crédito en cualquier cajero automático, recibirás bolívares a cambio oficial. Para hacer el proceso más fácil, muchos operadores turísticos están dispuestos a ayudar y negociar buenos precios.

Otro aspecto que debes tomar en cuenta son los vuelos desde y hacia Venezuela. Existe la falsa creencia que una vez que entras al país, no puedes volver a salir. Es cierto que los boletos aéreos ya no son económicos y por eso necesitas planearlo con anticipación para que no te tome por sorpresa. Si viajas por tierra, la única opción para entrar al país es por la frontera con Brasil, porque el tramo de Colombia permanece cerrado.

3. En Venezuela hay mucho más que el Salto Ángel (que es impresionante) y Caracas, su capital

¡No hay duda! Los paisajes de Venezuela son impresionantes y enamoran a cualquier viajero aventurero. Tenemos de todo: desde el Salto Ángel que es la cascada más alta del mundo hasta una capital como Caracas que es un museo a cielo abierto.

Lo cierto es que hay mucho más que lo anterior: puedes recorrer la Gran Sabana con sus tepuyes milenarios; el verdor de los llanos; playas como las de Los Roques, la isla de Margarita, el Parque Nacional Morrocoy o la costa de Paria; los Médanos de Coro para que te sientas en el desierto o el frío de las montañas de Mérida para luego bajar hasta el sur del lago del Maracaibo y ver el Relámpago del Catatumbo, un fenómeno único en el mundo. ¡Venezuela es un paraíso natural!

Eso no significa que debas evitar Caracas, aunque sí debes ser precavido. Es una de las ciudades más violentas del mundo -así como Baltimore (USA) o Acapulco (México) y como muchas otras ciudades en países como Colombia o Brasil en las que debes tener unas medidas mínimas de seguridad. Pero en cuanto ves el amor que los caraqueños sentimos por ella, cuando te dejas llevar a esos lugares que amamos, entonces toda tu visión va a cambiar. Lo mejor siempre es ir acompañado; pero no se pierdan la oportunidad de conocer la capital. Que no sea sólo de paso entre un aeropuerto y otro.

 

4. Sé paciente: el transporte público no es fácil, pero lo puedes manejar

Existen muy pocas terminales privadas de autobuses en el país y en casi ninguno puedes hacer alguna compra online. Así que si estás en lugares lejanos, debes hacer fila desde la madrugada para comprar tu ticket para ese mismo día y estar dispuesto a esperar algunas horas. Lo bueno es que cuando llegas a tu destino, sabrás que valió la pena.

En los terminales es común que veas a personas que ofrecen llevarte de una ciudad a otra en su propio carro. Es como un taxi, pero compartido con otros pasajeros. Si el precio de un ticket de autobús cuesta, por ejemplo, un dólar; a ellos deberás pagarles entre tres y cuatro dólares por un puesto en el carro. Esto se paga en bolívares y no hay un precio fijo porque ellos cobrarán lo que consideren necesario. Todo depende del día y de tus habilidades para negociar.
Esta puede ser una buena vía para viajar más rápida y no resulta tan costosa al cambio, tomando en cuenta también que la gasolina en Venezuela es la más económica del mundo (USD$ 0,03 por litro).

5. La escasez es una realidad diaria

Sí, el país está atravesando una difícil situación política-económica y no hay fácil acceso a alimentos y productos de higiene personal. Van a ver largas filas para comprar productos regulados por el Gobierno, a quienes las personas tienen acceso por número de cédula una vez a la semana; y vendedores a los que llaman “bachaqueros” que venden todo a precios insólitos. Muchos viajeros vienen preparados con lo que van a necesitar durante el viaje porque saben que aquí no lo van a conseguir con facilidad. Triste, pero cierto. Los hoteles y posadas brindan todo lo que necesita en cuanto a comidas, bebidas y productos de higiene personal, pero te piden que le des un uso responsable.

En cuanto a hacer donaciones a Venezuela, es un tema sensible. Muchos viajeros optan por traer cosas extras en sus mochilas y las van dando a las personas que conocen en el camino. Sin embargo, con esto no se intenta generar lástima; hay que viajar con la mente abierta y saber que esa es la realidad por la que lamentablemente está atravesando el país en estos momentos.

6. Puedes salir de noche y acampar ¡sólo debes ser cuidadoso!

En las ciudades grandes siempre conseguirás una excusa para ir a tomar algo. Seguro conocerás a alguien quien te invitará un trago y así tendrás otra visión del lugar. Por seguridad, sólo lleva contigo un poco de dinero en efectivo y alguna identificación, como tu licencia de conducir. ¿Volver temprano en la noche al hotel o posada? Sí, hazlo; es lo más recomendable. En los pueblos el ambiente siempre es mucho más tranquilo y seguro.

Si quieres acampar, también puedes hacerlo. Está claro que no vas a colocar tu carpa en un lugar solitario. Hay muchas playas en las que puedes acampar, cerca de caseríos o kioscos. La idea es que no estés totalmente solo, pero sí se puede y es una manera muy económica de viajar.

7. Debes ser cuidadoso en lugares públicos, pero no pienses mal de todo el mundo

Como en cualquier lugar que visites, debes tener cuidado de no exponer tus pertenencias personales. Nada de llevar relojes costosos, anillos, cámaras guindadas al cuello. Son reglas básicas de seguridad que aquí se deben redoblar, nos guste o no; sobre todo porque hay ladrones en motocicletas rondando por ahí.

Ahora, por favor, no generalices. El peor consejo que te puedan dar es que no hables mucho para que no se note que eres de otro país y no te hagan una mala jugada. Créanme, uno reconoce al turista extranjero a leguas. Mas bien, la esencia de viajar por Venezuela está en su gente y se quedarán impresionados de lo dispuestos que están a ayudarte.

Los venezolanos somos “panas” y muy “chéveres”. Siempre estamos dispuestos a hacer un chiste, a brindar una mano si estás perdido. Además, agradecemos mucho que vengan a visitarnos por lo que la mayoría está dispuesto a ser amable. Esperamos que no te consigas con los que no lo son tanto.

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