Dicen las malas lenguas que Veracruz es un manicomio con vista al mar y eso se refleja en nuestra manera de hablar. No olviden imprimir esta mini guía y llevarla en su próximo viaje a “Jarochilandia”, para que no se me espanten y terminen hasta Catemaco haciéndose una limpia con el Brujo Mayor.
1. El jarocho no dice ¡Qué sorpresa! o ¡Qué impresión!