1. Un ecuatoriano no obedece a su pareja.
Es “mandarina”.
2. Un ecuatoriano no te acompaña.
Te acolita.
3. Un ecuatoriano no afirma.
Dice “de ley”, “simón”, “de una”.
4. Un ecuatoriano no te quita comida.
Te rema.
5. Un ecuatoriano no es chismoso.
Es un sapo o lengua larga.