Si llevas algún tiempo conociendo a un venezolano y te parece que es “muy chévere”, con buen sentido del humor y pana, lo más probable es que le ofrezcas tu casa para cuando vaya a tu ciudad nuevamente. Pero, ¿realmente quieres eso?
1. Te hará sentir que duermes demasiado.
La mayoría de los venezolanos nos despertamos entre las 4 y las 5 de la madrugada. Aunque estemos en tu casa de vacaciones, igualmente nos levantaremos antes de que salga el sol. Caminaremos “pa’ arriba y pa’ abajo” esperando a que despiertes, mientras preparamos un cafecito. No es algo que hagamos con mala intención, pero de una u otra manera te despertaremos si se han hecho las 8 de la mañana y no has dado señales de vida.