1. Una visita a Chichen Itzá suena interesante, pero ¿qué clase de niño querría recorrer una antigua ciudad maya, llena de jeroglíficos, edificios ancestrales e historias mágicas? Se sabe que los niños detestan las aventuras…
2. ¿Visitar la reserva ecológica Río Lagartos, repleta de increíbles animales, hermosas playas, una laguna color de rosa y un sitio donde llenarte de barro de pies a cabeza con permiso de sus papás? Mmmm… ¿y si después tus hijos empiezan a creer que el mundo es un lugar maravilloso y no puedes sacarles esa idea de la cabeza?
5. Un recorrido en bote, explorar manglares y observar a cientos de flamencos rosados volar contra el cielo azul te parece un plan demasiado colorido para los ojos sensibles de tus angelitos…
7. ¿Subir a la cima de una antigua pirámide maya? ¿Recorrer una enigmática ciudad perdida en la selva? ¡Cualquier niño preferiría un lunes de escuela antes que visitar Uxmal!
8. Explorar el agua fresquita de los cenotes, esas pozas de agua subterráneas de las que se dice que fueron creadas por el mismo meteorito que extinguió a los dinosaurios, podría ser una buena idea… Pero temes que estimule demasiado la imaginación y los sentidos de tus nenes y ya no puedan volver al mundo “real”…