1. ¿Apreciar una de las mejores vistas panorámicas del mundo desde el cerro Campanario? Mmmm, no gracias, vos preferís seguir asomándote por la ventana de tu departamento y ver quién pasa…
2. Recorrer rutas y senderos entre cerros nevados, lagos turquesas y verdes, bosques y pintorescas casas de madera te parece demasiada belleza de una vez… A ver si hace mal, mejor racionar las cosas hermosas de la vida.
3. Practicar deportes de nieve, como el esquí tradicional, el nórdico, snowboard suena interesante. Pero corrés el riesgo de que, al volver a casa, tu vida diaria te parezca aburridísima…
4. Viajar en verano, para ver los lupinos y las rosas en cada ruta o jardín te parece buena idea, ya que podrías sacar fotos realmente espectaculares… Pero temés que semejante explosión de color dañe tus delicadas pupilas. Mejor no arriesgarse.
5. ¿Ir por un camino de cornisa y curvas para escuchar como truena el glaciar en la cumbre del cerro Tronador? Mmmm… ¿no hay algo realmente inspirador para hacer?
6. Pasar el día caminando por un bosque de arrayanes milenarios, luego de navegar por el lago Nahuel Huapi suena bien, pero no creés que una experiencia tan mágica pueda ser real…
8. Hacerte una escapada hasta los pueblos de la Comarca Andina del Paralelo 42 suena bien, pero… después de convivir con tanta hermosura patagónica, ¿cómo vas a hacer para volver a la ciudad?
9. Hacer canopy en el cerro López, deslizándote entre las copas de los árboles en la montaña suena bien. ¿Pero qué tal si después de esa experiencia mágica sólo querés más y más?
10. ¿Qué hay tantas chocolaterías como cerros, con una variedad enorme de chocolates, bombones, tortas galesas y demás delicias? No, gracias, vos sos indeciso y perderías todo tu viaje tratando de decidir qué comer.
12. Ir a Colonia Suiza a comer curanto, esos vegetales y carnes cocidos en el piso con una antigua técnica que ha pasado de una generación a otra, te parece interesante. Pero vos querías hacer algo que de verdad fuera tradicional…
14. Bariloche es una ciudad hermosísima, rodeada de las maravillas naturales más espectaculares que puedas imaginar. Te lo advierto: Si no querés enamorarte de esta joya de la Patagonia… ¡ni vengas!