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Tú no vas a un sitio para ver su Catedral. Dicen que la de Burgos es de las más bonitas y espectaculares del mundo, pero a ti te parecen todas iguales.
¿Un museo que es referente mundial en temas de evolución?
¿Más un edificio que ha ganado premios internacionales? Tú no eres de ver museos… digamos que no eres lo suficientemente “evolucionado” para ello.
Hablemos de la oferta gastronómica...
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Por mucho que los Ribera del Duero sean uno de los mejores vinos del mundo... tú le has jurado fidelidad eterna a la cerveza que ya conoces.
Sin lugar a dudas, en Burgos se come uno de los mejores asados que puedas probar.
El estímulo a todos tus sentidos será tan grande que te verás obligado a salirte de tu dieta... ¡Esto sí que es mala influencia!
Al Cid le habrán dedicado un Camino que dicen que es más bonito que el de Santiago... y será un héroe nacional del siglo XI, pero a ti no te interesa nada que haya sucedido antes del año 2000.
¿Y qué es el CAB? ¿Un museo dedicado a las nuevas tendencias artísticas?
Pero... ¿no habíamos quedado que Burgos era una ciudad monumental con mucha historia? No te llama nada la atención, aunque no cobren entrada y tenga una de las vistas más impresionantes de la Catedral.
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Puede que El Patillas sea uno de los bares más emblemáticos del mundo.
Y puede que de forma espontánea canten y toquen grandes artistas (incluyendo a Joan Baez). Y puede que sea gratis ver los espectáculos...
Pero tú no puedes darte del lujo de acostumbrarte a tanto por tan poco dinero.
San Pedro de Cardeña se fundó en el siglo X (o incluso antes) y te han dicho que además de ser lugar de paz y sosiego, es de gran interés arquitectónico...
Pero tú te pierdes fácilmente... aunque estés a tan solo 10 kilómetros de Burgos.
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Estudios científicos han demostrado que este tipo de paisajes son los que más nos hacen sentir en paz.
¡No tendrás excusa para sentir estrés en los alrededores de Burgos! Y entonces... ¿A qué le podrás echar la culpa de tu mal carácter?
De acuerdo, no puedes negar que los pueblos de Burgos están entre los más bonitos de España...
Con sus castillos, palacios o incluso boticas que llevan funcionando desde el siglo XVII regentadas por la misma familia. El problema es que... ¡la tentación de abandonar tu pequeño departamento de ciudad será demasiado grande!
Una caminata espectacular rodeado de plátanos en el Espolón, justo en el centro de la ciudad, no llama tu atención.
Tú eres más de ir en taxi a todos los sitios.
El Arco de Santa María será uno de los lugares más emblemáticos de Burgos...
pero tú no tienes tiempo de apreciar ni el arco ni los retablos labrados en piedra en la fachada.
¿Y qué decir del pozo del Castillo?
Por mucho que sea del siglo XII y tenga más de 62 metros de profundidad y 300 metros de longitud... ese tipo de profundidades están fuera de tu zona de confort.
La Cartuja de Miraflores será un lugar sorprendente y de gran patrimonio histórico, pero prefieres quedarte en el bar del hotel tomando café.
Las Huelgas es un monasterio del siglo XII, con vidrieras de las más antiguas de España, textiles medievales y sepulcros reales.
El tema es que no has nacido con el gen de apreciar este tipo de cosas.
Con la Plaza Mayor te pasa como con las catedrales: vista una vista todas.
Aunque la de Burgos esté llena de vida y den ganas de quedarse allí durante horas... No, mejor no te acerques a Burgos. Quédate a salvo en lo viejo y conocido.