Photo: Daniel M Ernst/Shutterstock

12 razones por las que nunca debes de invitar a un tico a tu casa

Costa Rica
by Sergio Otegui Palacios 16 Nov 2016

1. Cuidado con invitar a un tico a tu casa… Te dirá que llega a una hora, pero quizás sea a la hora tica.

Y es que, aunque los ticos no se sienten orgullosos de esta característica, suelen dejar todo para último momento y ser algo impuntuales. Te pueden decir que van con un ligero retraso y llegan en 5 minutos, pero verás cómo puede pasar media hora o más y sigues esperándolos. Tanto es así que tienen su propia hora, la hora tica, que hace de las horas de quedada un concepto relativo. A pesar de ello, si el tico dice que llega, es seguro que llega… tarde, pero llega.

 

2. Te pedirá que le regales todo.

Cuando los ticos van a comprar algo, pocas veces dicen me vende o me da; naturalmente piden cualquier cosa, en el lugar que sea, con la expresión me regala. Claro está que no se van a llevar las cosas sin pagar, esa es tan sólo su forma de pedirlo. Así que si están en tu casa y te piden que le regales algo para comer, no es que se vayan a llevar tu cubertería y tus platos envueltos y con moño, es que simplemente tienen un poco de hambre.

 

3. Cuando le ofrezcas algo para beber, su primera opción será un fresco (100%) natural.

Para el tico, un fresco natural es un zumo hecho con mora, cas, piña, mango, sandía o cualquier otra fruta de esas que se encuentran en cualquier momento en el supermercado o pulpería (ultramarinos). ¡Y cuidado! La fruta ha de estar pelada, exprimida o licuada poco antes de tomarla. Es decir, olvídate de ofrecerles un concentrado de frutas del supermercado… porque igual les ofendes.

 

4. Te hará sentir más viejo de lo que eres o pensarás que te faltan buenos modales al lado de uno de ellos.

Es que los ticos siempre te tratan de usted, sin importar la edad del interlocutor. Con suerte, te tratarán de “vos”. Además, siempre te pedirán las cosas “por favor” y te las recibirán con un gracias. También te pedirán permiso antes de entrar en tu casa o de levantarse de la mesa. Y tú quizás sientas que deberías aprender de sus buenos modales.

 

5. Aunque haya otros invitados en la casa y no los conozca, hablará con ellos como si fueran amigos de toda la vida.

Si hay algo que caracteriza al tico es su amabilidad, su hospitalidad… y que hablan por los codos. Ya sea con el chófer del autobús, el panadero de la esquina o uno que te ha preguntado la hora en la calle. El tico habla y mucho, y aunque no sepa quién es la persona a la que se está dirigiendo, siempre tratará de entrar en calor con una conversación amena y generar un ambiente agradable.

 

6. Sacará temas espinosos… como el fútbol ;)

Que si Saprissa, La Liga, Heredia, Cartago, el Barca o el Madrid; no importa, el tico siempre sabe algo de fútbol y le gusta hablar de ello. Costa Rica es un país fanático de este deporte, donde los clásicos nacionales se viven con mucho fervor y los juegos de La Sele unen al pueblo costarricense. Y desde que Keylor Navas los representa en el fútbol internacional como portero del Real Madrid, sus ojos están puestos, ahora más que nunca, en el fútbol europeo. Además, que no te extrañe si de un momento a otro te invita a jugar una mejenga (partido de fútbol entre amigos), por lo que mejor ve poniéndote en forma.

 

7. Tampoco tardará en comentar que en su país no tienen ejército y que son el país más feliz del mundo.

Los ticos pueden presumir de ser, desde el año 1948, uno de los pocos países que no cuentan con ningún tipo de fuerza armada. Tampoco parece necesario, ya que el país encabezó el Índice del Planeta Feliz durante dos ediciones consecutivas.

 

8. Y si te da por presumir de tus últimas vacaciones, él te dirá que en un fin de semana en Costa Rica es posible ir de la playa a la montaña, con escala en un volcán.

Costa Rica es un país pequeño en extensión, pero grande en recursos, ya que gracias a su ubicación y a su clima tropical cuenta con una gran biodiversidad. Así que, para un tico, la idea de desplazarse desde su casa hacia una playa paradisíaca, recorrer un bosque nuboso o hacer visita a uno de los tantos volcanes que hay en su tierra, no es descabellada. Es de hecho algo que puede hacer en relativamente poco tiempo. A pesar de su tamaño, en Costa Rica hay mucho para ver.

 

9. No se sorprenderá con los “bonitos” geranios de tu casa o con lo bien que pía tu periquito.

Tanta variedad de especies y colores dentro de un país de poco más de 51.000 k2 es motivo para que, sea donde sea que estés en Costa Rica, puedas apreciar especies preciosas de animales y plantas. Así que ver nacer una flor muy bonita en el jardín de su casa u observar como un pájaro multicolor llega libremente todas las mañanas al mismo árbol, no es algo fuera de lo habitual para los ticos. Tu periquito o tu geranio no serán la gran cosa para un amigo tico.
Por otro lado, si vas a su casa y ves una planta bonita, lo más probable es que te regalen un hijito a ver si tienes buena mano y te pega.

 

10. Y ni se te ocurra pedirle ayuda para matar a ese extraño bicho que se ha instalado en el techo de tu habitación.

Un tico no se alarma con la presencia de un animal cualquiera, volador o no volador. Si entra un abejón a tu coche o te rodean avispas en la playa, ellos te dirán que no les prestes atención, que no hacen nada. O bien, lo cogerán directamente con los dedos para tirarlo a volar. Igualmente, si se topan con una araña gigante, en vez de matarla, preferirán acompañarla amablemente a la salida.

 

11. Los ticos son de patada larga, de ir por el zarpe y montarse en la carreta.

El vocabulario propio de la gente de Costa Rica es muy diverso y difiere del español de otras regiones. Cuando te digan que son de patada larga, te inviten al zarpe y escuches que probablemente se van a montar en la carreta, te están queriendo decir que la fiesta va para largo y que seguro lo vais a pasar muy bien.

 

12. Y si la fiesta en tu casa dura hasta la hora del desayuno del día siguiente, el tico esperará un buen plato de gallo pinto condimentado con salsa inglesa, y acompañado de una taza de yodo.

¡El gallo pinto! Ese típico desayuno de los costarricenses que para muchos es más que un desayuno. Ese platillo de arroz y frijoles revueltos ojalá con un chorrito de salsa inglesa, acompañado de huevo, natilla, queso, plátano maduro y una taza de café, sin duda te hará empezar el día PURA VIDA.

Este artículo fue escrito por Sergio Otegui Palacios (español, autor del blog de viajes Nada Incluido) y Yogevett Cañas, más tica que el Pura Vida 😉. Si crees que nos ha faltado alguna costumbre tica, ¡deja tu comentario a continuación!

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