1. ¿Una ciudad con artistas talentosos pintando y vendiendo sus cuadros en la calle?
Crédito: Rodolfo Contreras3. Además, corres peligro de que observar La Catedral de noche… te encandile tanto como los fuegos artificiales de Correfocs.
4. Eres de los que cree que las calles son para el ruido de los coches y las paredes, para los carteles electorales. Tanto arte callejero, con sus colores e ideas, serán demasiado estímulo para tus sentidos.
5. ¿Cómo podría interesarte encontrar el pescado más fresco y sabroso?
6. ¿O conocer a los agradables trabajadores que te ofrecen los productos más característicos de la ciudad?
7. Nunca comprenderás que los baños árabes sean uno de los monumentos más emblemáticos de Mallorca y de la arquitectura musulmana. Es que… ¿dónde está el agua y la bañera?
8. Y tú que pensabas que a Palma de Mallorca la gente sólo iba a beber y a tomar el sol… Resulta que no, que es una ciudad llena de cultura con infinidad de propuestas que ofrecer, como el Palacio Real de la Almudaina.
Pero tú seguramente no tendrás tiempo de recorrer una fortificación de origen romano, modificado por los musulmanes y sede de sucesivos reyes. Mejor miras un documental breve por Youtube.
9. Ni tiempo tampoco para disfrutar de obras maestras de la arquitectura gótica, como la Lonja de Palma de Mallorca.
10. Tenían razón los que te decían que desde el Castillo de Bellver se contempla la ciudad como desde ningún otro sitio… ¿pero dónde están los guerreros medievales? Tú quieres la ilusión de la vida en un castillo completa o nada.
11. Seguramente tú prefieres pasar la tarde en un centro comercial cualquiera que caminando por calles llenas de historia en el barrio judío…
12. Las ensaimadas son realmente deliciosas… lástima que tu dieta no incluya comida casera, sólo cosas con conservantes que se venden empaquetadas en el súper.
13. ¿Pa amb oli de diferentes productos? ¡Tanta variedad te confundirá! Mejor quédate con las opciones viejas y conocidas.
14. Inspirarte tanto con artistas de las Baleares como internacionales no te llama la atención… Ni siquiera si Es Baluard, uno de los museos más importantes de arte contemporáneo, se encuentra dentro de un espectacular recinto amurallado.
15. Oír el chucuchu de un tren de madera de hace más de cien años, mientras viajas por paisajes cautivadores es demasiado romántico para ti… ¿Y si luego no te conformas con un taxista malhumorado y el gris citadino?
16. Tampoco quieres que caminar por un paseo marítimo se te vuelva costumbre. ¡Temes añorar la vista del mar en tu caminata cotidiana!
¿Y si luego te entran ideas raras, como la de mudarte a la isla?
17. ¿Molinos de viento del siglo XIII en el centro de la ciudad y pegados al paseo marítimo? Ni te acerques a ellos o tendrás alucinaciones quijotescas…
18. Te han contado que la singularidad y belleza de los patios de Palma de Mallorca cautivaron al mismísimo Julio Verne. ¡Qué miedo! ¿Y si luego le das la vuelta al mundo en ochenta días para regresar a ellos?
Mejor, ¡mantente bien lejos de Palma de Mallorca!