Ruanda es un pequeño y bello país en el corazón de África. Rodeado por las famosas rutas turísticas de Kenya o Tanzania, podría no parecer a priori la más excitante de las opciones a la hora de elegir tu próximo destino y, sin embargo y como casi todo en África, no deberías dejarte llevar por las primeras impresiones. ¿Todavía no lo crees? Aquí te cuento mis nueve razones para dejar todo lo que estés haciendo y viajar al corazón de África.
1. Salir de tu zona de confort
Si viajar representa en general la salida de tu habitual zona de confort, viajar a Ruanda -un destino inusual para latinos- profundiza la experiencia. Por eso, la primera razón es en realidad un consejo: relájate, abre tu mente, disfruta del paisaje y, sobre todo, del aprendizaje.
2. Ruanda como potencia económica: la tradición africana en el mundo contemporáneo
Aunque su tamaño suponga creer lo contrario, Ruanda es una de las primeras potencias económicas de todo el continente africano, debido al turismo y a las industrias de la minería y de la agricultura, principalmente gracias al café y al té. Al caminar por la capital, Kigali, las modernas avenidas y altos rascacielos se entremezclan con mercados tradicionales y los cientos de colores de las artesanías y las telas de la ropa de los habitantes.
3. Sus mil colinas
Ruanda es conocida como “la tierra de las mil colinas” y es de nuevo en Kigali, la capital, donde el sobrenombre cobra todo su sentido. La película “Hotel Ruanda”, basada en los acontecimientos de 1994 de los que te hablaré más adelante, se rodó en realidad en el actual “Hotel des Milles Colines”. Que las colinas son todo un ícono está más que demostrado.
4. El Parque Nacional de los Volcanes
Entre tanta colina un sistema montañoso al norte del país se corona como el auténtico rey: el Parque Nacional de los Volcanes Virunga, una cadena que forma la frontera natural entre Ruanda, la República Democrática del Congo y Uganda.
Los volcanes, ahora extintos, son todo un paraíso de jungla y naturaleza salvaje para los amantes del trekking y también de los animales, ya que los que aquí viven son los ciudadanos más famosos del país. ¿Quiénes? Sigue leyendo…
5. ¡Gorilas en la niebla!
¿Recuerdas la famosa película en la que Sigourney Weaver encarna a la naturalista Dian Fossey en su huida a las montañas africanas para vivir entre gorilas? Ya lo habrás adivinado: Ruanda fue el lugar al que Diane llegó para dedicar su vida a estos animales y donde su legado todavía sigue vivo gracias al Diane Fossey Research Center.
Se solventa con los fondos conseguidos gracias a los (reducidos) grupos de excursionistas que visitan las montañas y a acciones privadas como el nuevo Campus, financiado por la presentadora estadounidense Ellen Degeneres.
6. Encontrar la serenidad entre campos de té
La industria del té y del café ha sido una de las más importantes para la economía ruandesa durante toda su historia. El privilegio de su clima entre colinas y montañas facilita el cultivo y los productos son exportados a todo el mundo.
Además de tener la oportunidad de probarlos, imagina poder dormir entre campos de té sin más ruido que el de la lluvia cayendo sobre las hojas de las plantas. En el sur del país el bosque Nyungwe lo hace posible. Además, por si los gorilas no habían sido suficiente, enormes familias de Golden Monkeys y chimpancés te recibirán encantados en esta zona.
7. Artesanías a base de un elemento muy peculiar
Las artesanías representan en todos los países la materialización de una buena parte de su cultura y tradición, algo que también ocurre en Ruanda, con numerosas piezas artesanales como figuras talladas en madera o recipientes realizados con hilos de paja.
Sin embargo, al viajar a Ruanda, una artesanía destaca entre todas por su peculiaridad: el Imigongo, pinturas cuya base se realiza con excremento de vaca.
8. La playa del lago Kivu
La playa del lago Kivu, uno de los famosos Grandes Lagos del continente africano, es otro de los atractivos turísticos de Ruanda. Quizá no sea la mejor playa que vas a visitar en tu vida… pero puedes fácilmente cruzar a la República Democrática del Congo desde aquí y dar un paseo por los dos países.
9. Aprender de la historia
En 1994, el genocidio de Ruanda sacudió para siempre al país y lo consumió en una época de tristeza y frustración que conmovió al mundo durante tres largos meses. Pero como de la historia se aprende, desde entonces los ruandeses se han levantado para convertirse en el país más seguro del continente, según el estudio Gallup de 2015. Hoy en día, viajar a Ruanda es más que seguro para los viajeros y los lugareños reciben con grandes sonrisas la llegada del turismo.