1. Tienes la libertad de elegir cuál será la vista que tendrás al acostarte y al levantarte, sin tener que pagar de más.
2. ¿Te gustó mucho un lugar? Viajar en carpa te da la posibilidad de estirar tu estadía sin tener que preocuparte por si el hotel cuenta con disponibilidad para que te quedes unos días más.
3. ¿Prefieres dormir hasta tarde? Viajando en carpa no deberás poner alarma ni despertador para poder tomar un desayuno.
4. ¿Preocuparse por saber qué día llegarás o cómo cambiar la reserva de tu estadía? Si la carpa es tu compañera de viaje, olvídate de tener esas preocupaciones. Llegas y te vas cuando quieres.
5. Te volverás súper creativo a la hora de inventar comidas y formas de cocinar los alimentos.
6. Te sentirás parte de la naturaleza, al punto de fundirte con el paisaje y de reconocer a qué pertenece cada sonido del ambiente.
7. Lo mejor es que tendrás la posibilidad de desconectarte de lo virtual para conectarte con lo natural…
8. Y con tus compañeros de camping… sin importar de qué generación sean. El acampar te permite disfrutar al máximo y conocer mejor a las personas con las que compartes tu vida.
9. ¿Querés viajar con tu perro y estás cansado de las complicaciones para llevarlo, aún en los lugares que son “petfriendly”? Viajar en carpa te da la libertad de viajar acompañado por tu mascota.
10. El último y mejor motivo: por qué conformarte con unas pocas estrellas cuando puedes dormir bajo millones de ellas.