1. Te conocerás a vos mismo.
Quizás, hasta el momento del viaje, nunca te habías dado el tiempo de estar completamente solo por un tiempo prolongado. En silencio, solo vos y tu mente. En viaje, estas oportunidades sobran. Cuando no hay nadie influenciándote con sus pensamientos, empezarás a entenderte mejor a vos mismo, y a saber qué era lo que realmente estabas buscando con el viaje.