En los dos últimos años, la cocina vegetariana en Lima ha repuntado de manera rápida, un ejemplo conciso es que solo el año pasado han abierto sus puertas aproximadamente 10 restaurantes que se sumaron a la lista de los pocos especializados que había.
Hace unos diez años aproximadamente, estos espacios estaban atados al concepto de lo saludable, económico – a veces sin gracia-, a donde solo acudían personas mayores o enfermos. Pero todo cambió hace poco tiempo, cuando los cocineros y exponentes de la gastronomía peruana voltearon a mirar a los recursos que salen de la tierra, una bendición con alto valor nutricional y de proceso natural.