1. El desayuno no es desayuno si no está acompañado de una buena taza de chocolate, pan con mantequilla, queso y una deliciosa changua o caldo de costilla.
13. Por último, sabes que aprendiste a comer en Bogotá cuando llegas tarde de la noche a casa a “raspar” olla y acabar con todo lo que encuentres en la cocina… Y si es el pega’o del arroz… mucho mejor.