1. El desayuno, para ser verdadero, está acompañado de una buena taza de café, pan con mantequilla, o unas ricas empanadas de carne mechada, queso o pollo con mucha guasacaca.
2. No entiendes por qué en otros países consideran a los pastelitos (los hechos con masa de harina de trigo) como “empanadas”. Y tampoco entiendes por qué le echan azúcar a la harina para hacer empanadas.
4. No te parece para nada raro que una rica arepa pelada con nata y queso sirva tanto para desayunar, como almorzar o cenar. Es que para ti, esa es la mejor comida del mundo.
5. Conoces el secreto de unas croquetas de sardinas bien fritas. Y son la gloria cuando las comes en la playa.
6. No importa lo que opinen los nutricionistas sobre los hidratos de carbono: para ti, el dulce de leche de cabra es un manjar maravilloso a toda hora.